Madurez azul pavo real

La apertura de la jornada vespertina de procesiones del Viernes de Dolores es cada vez más apetecible. Y lo es porque la Hermandad de la Mediadora de la Salvación tiene un estar en la calle que enciende todos los sentidos. Es cierto que los tres cortejos de la tarde distan mucho en la manera de concebir una procesión, un saber estar abismal entre Mediadora, Encarnación y Medinaceli. Las comparaciones son odiosas, aunque solo para una de las partes. Pero en este caso no hay que comparar porque tienen conceptos diferentes de ofrecer el mensaje catequético en la calle.

Mediadora de la Salvación enseña cada año sus efectos en las barriadas de Girón y Las Delicias. Basta con seguir a la Virgen en los primeros tramos del recorrido: Emilio Prados o Manuel Altolaguirre para observar el encuentro de la imagen con sus vecinos, aquellos que tiran pétalos a su paso, aquellos que salen de los comercios y locales para ver a la Virgen, aquellos que se asoman por las ventanas para verla.

La cofradía se puso en la calle a las 18:15. Las puertas de la parroquia de Santa María de la Encarnación se abrieron y comenzaron a salir nazarenos con el color ya clásico y señero de sus túnicas y de sus cirios, azul pavo real y sus capas blancas. La banda Trinidad Sinfónica interpretó Himno Nacional para seguir con Mediadora (R. Guirado). Cruceta de corte clásico.

Impresiona ver una primera tanda de bocinas abriendo el cortejo. También el orden de la sección infantil ya que van en fila, emparejado con su compañero de lado y con la vela en el suelo. Solo es enseñar con sentido. Nada más. La Virgen iba bien ataviada, con una saya bordada asimétrica en burdeos, su manto azul pavo real y sostenía la jábega de plata en su mano izquierda. El palio parece que está hecho a medida ya que realza el conjunto y el da empaque. La Mediadora entró en la calle Emilio Prados con Hosanna in Excelsis (Ó. Navarro). Oído a esta marcha. Es una pieza muy atractiva y será de lo que más suene esta Semana Santa. ¿Acabará archirrepetida? Habrá que colocarla en un buen sitio en la cruceta. Luego sonaron Al cielo con ella (P. Morales) y Virgen de la Estrella (G. Laserna).

En cuanto a la candelería, la última fila, compuesta por seis candelabros, llamadas marías, se presentaron selladas con los ángeles del Puente del Santo Ángel del Roma que reflejan atributos de la pasión que son ofrecidos a la Virgen. Esta alegoría fue elegida con motivo de la aprobación de la ejecución del titular cristífero de la hermandad, Nuestro Padre Jesús Nazareno Redentor del Mundo. De hecho, en las velas de los faroles del frontal estaban selladas con la santa custodia y con la citada imagen.

La Asociación de Fieles de la Virgen de la Encarnación de Dos Hermanas procesionó a su titular por las calles del barrio. La imagen salió con Callejuela de la O (P. Lola) tocada por la banda de Cruz de Humilladero. El cortejo adolece de orden y seriedad. Lo demuestran sus nazarenos, que van como pueden, quizá las zapatillas deportivas de color negro, quizá las acólitos maquilladas. Es loable las ganas y el corazón que le ponen pero hay que cuidar aspectos estéticos en la calle. A veces recuerda a las procesiones de los años 80.

La Virgen de la Encarnación lució piñas con claveles blancos y liliums rosas, flores predominantes también en el frontal. La imagen llegó a la avenida Europa con la marcha Esperanza de Triana Coronada (José Alberto Francés).

La procesión del Medinaceli, que discurrió por las barriadas de La Roca y Martiricos, se mantuvo lineal. Abrió la banda juvenil de la OJE con sus tambores y gaitas. El Señor lució una túnica morada y bordada, el escapulario trinitario y coronado con un juego de potencias. Iba sobre un risco con flores silvestres, claveles rojos y un centro con rosas rojas. Llevó un cortejo ordenado. En la comitiva iban tres nazarenos de la sección de la titular mariana, la Virgen de la Candelaria que aún no se procesiona. Uno llevó la bandera inmaculista.

La imagen fue acompañada por la agrupación musical San Lorenzo Mártir que sigue en un nivel musical muy alto. El repertorio estuvo compuesto por marchas clásicas y muchas propias. El Señor salió bajo los sones del Himno Nacional para seguir con Perdona a tu pueblo. A lo largo del recorrido sonaron marchas como Alma de Dios o Santa Cruz. Bonito fue ver la curva que dio el trono en la calle Poeta Narciso Franquelo con Madre eres nuestra Esperanza (S. Quero).

La noche llegó y las procesiones se trasladaron a Puerto de la Torre y Churriana. La primera salió de su casa hermandad sobre las 21:00. Esta hermandad ganó mucho cuando decidió callejear más allá de la avenida Lope de Rueda.

El Cristo de la Hermandad y la Caridad salió con la marcha Oración, interpretada por la agrupación musical Santo Ángel Custodio, de Rute (Córdoba). Abrió la comitiva la banda de cornetas de Los Moraos de Almogía. La Virgen de los Dolores salió con Himno de Coronación de la Esperanza (P. Artola) En la salida también se interpretaron varias saetas dedicadas a los titulares. Un momento destacado se vivió en la calle Frigiliana marcada por su estrechez y donde los tronos bailaron al son de varias marchas.

Ya, en Churriana concluyó la jornada de procesiones. Sobre las 22:00 salió del interior de la parroquia de San Antonio Abad la banda de cornetas y tambores de la Victoria. El Señor estrenó el bordado de las bocamangas y el pecho, completado por los bajos. El taller de Felicitación Gaviero ha hecho el trabajo. También se estrenó el estandarte del Señor, con pintura de Susana Heredia. La imagen abandonó el templo con la marcha Nuestro Padre Jesús (E. Cebrián) una vez que se introdujo en el Camino Nuevo. También se interpretaron Nazareno de Salutación (P. Artola) y Hosanna in Excelsis (Ó. Navarro). Acertadas. La Señora salió con Callejuela de la O (P. Lola).

La calle Benamocarra acogió momentos destacados. Se trata de una vía con pendiente y que entraña dificultad. La plaza de La Higuereta fue el escenario del encuentro de los titulares, con la marcha Carmen Coronada (Sergio Bueno).

A pesar de la incertidumbre climatológica de estos días, el tiempo respetó, al menos, la tarde del Viernes de Dolores. Una tarde en la que miles de jóvenes surcaban la ciudad para darse cita en el Cortijo de Torres y celebrar la Fiesta de la Primavera. Mientras, en el centro y alrededores, muchas personas disfrutaron de la otra gran cita de la primavera. Desde la iglesia de Santo Domingo salió el traslado de la Estrella, que lo realizaron en andas separadas lo que favorecía la estampa de cada uno de los titulares de la cofradía del Martes Santo. El Señor de la Humillación, que iba sobre claveles rojos y acompañado por su propia banda de cornetas, fue llevado en un tramo por agentes de la Policía Local de Málaga, institución hermandad con la corporación dominica. La Virgen de la Estrella procesionó, coincidiendo con el día en el que la iglesia católica celebra la festividad de esta advocación mariana, en unas andas prestadas por la Congregación de Mena. En esta ocasión, la Dolorosa, que llevaba un exorno floral en color blanco, no llevó acompañamiento musical.

A primera hora de la tarde, le tocaba el turno al Vía Crucis oficial de la ciudad que parte cada año de la iglesia de San Lázaro. Como siempre, esta cita está protagonizada por la imagen de una dolorosa de Gutiérrez de León que se recibe culto en el templo victoriano. Para esta ocasión, la imagen lucía una saya bordada en negro y un manto liso del mismo color, que destacaba con el rostrillo realizado en tul bordado en hojilla. La dirección del cortejo era la capilla del Calvario, desde donde, minutos después, partiría la imagen de la Virgen del Monte Calvario camino del Santuario de la Victoria.

Pero dentro de los templos ayer también hubo mucha actividad. Culminaban septenarios como el de la Virgen de los Dolores del Puente, mientras el Cristo del Perdón esperaba para ser trasladado de forma claustral ya por la noche. La parroquia de San Juan acogía la función principal de la Archicofradía de los Dolores que también trasladó al Cristo de la Redención en el interior del templo, y que durante el día había permanecido en besapiés. Salud, Santa Cruz y Salutación también trasladaron a sus imágenes por el interior de sus templos. Crucifixión sí salió para recorrer el corto espacio que separa la iglesia del Buen Pastor de su nueva casa hermandad. Por su parte, la Orden Tercera de Servitas celebró por la mañana temprano el sexto dolor de su septenario. Se aprovechó la ocasión para presentar el nuevo estandarte confeccionado por el taller de Felicitación Gaviero y con una pintura de Raúl Berzosa.

La comunidad estudiantil de la ciudad también tuvo su momento cofrade en el día de ayer. Por la mañana en el barrio de El Palo, salió en procesión el Cristo del Mar, un crucificado que recibe culto en la capilla del colegio Sagrada Familia- ICET. Además numerosas guarderías y colegios de la capital celebraron una Semana Santa de corte más infantil, como la salida de los tronos del colegio Prácticas Número 1 de la plaza de la Constitución.

Las dos últimas citas del día fueron como siempre los traslados de las cofradías de la Expiración y de la Soledad de San Pablo. Esta última realizó su tradicional Vía Crucis por las calles del barrio de la Trinidad. Por su parte, la Archicofradía del Miércoles Santo, como siempre se vio rodeada de una gran afluencia de público. En la noche de ayer, la dolorosa lucía, además de la corona de su coronación canónica, una saya negra y una toca, bordadas las dos, de Esperanza Elena Caro. El manto era el popularmente conocido como el de los medallones, en el que varias pinturas rodean el filo de la pieza. Para esta ocasión la dolorosa estrenó un rosario de plata donación de una de las camareras. El exorno floral consistía en piñas cónicas y bicónicas realizadas con iris de color blanco.