La banda de cornetas y tambores del Real Cuerpo de Bomberos anunció la salida de la Archicofradía de la Sangre en forma de notas musicales en calle Dos Aceras. Una marea de capirotes color malva formaron el nutrido cortejo procesional de la cofradía.

Ni un alfiler cabía en el entorno más cercano a la casa hermandad de la Archicofradía. La complicada maniobra de salida se ha convertido ya en un punto que nadie quiere perderse el Miércoles Santo. El Señor dejó en su salida una impresionante imagen para el recuerdo, este año el Santísimo Cristo de la Sangre portó de nuevo la corona de espinas estrenada en el año 2018 realizada por el escultor imaginero Juan Vega.

La Virgen del Consuelo y Lágrimas salió radiante con un trono que siempre deja impresionado a todos los presentes. Como ya es tradición, la Virgen luce con una candelería totalmente diferente a las demás, en forma de "u", dejando así un mayor campo de visión a la Virgen.

Virgen del Consuelo y Lágrimas en su trono procesional

La Archicofradía de la Sangre corresponde a la cofradía más antigua de Málaga, desde el año 1507. Este año como novedades principales presentó los ropajes de la pertiguera de la sección del Cristo; las túnicas de monaguillos para los cortejos litúrgicos de ambos tronos y 50 túnicas malvas de nazarenos para la sección de la Virgen.

Respecto a los estrenos en los tronos procesionales, el Santísimo Cristo de la Sangre apareció adelantado en su posición en el trono, presentando también una mayor altura la cruz de la que pende el Señor, que alcanzó los 6,10 metros de altura; Nuestra Señora y Madre del Socorro saldrá a las calles de Málaga por primera vez con su Advocación incorporada en el trono del Señor. Además de presentarse restaurada la Virgen tras la intervención a la que fue sometida por Francisco Naranjo.