Es un dicho común en Brasil el de que, durante el Carnaval, todo vale. Pero este año la Municipalidad de Río de Janeiro se propone demostrar que al menos una cosa no será tolerada: la costumbre de los hombres de orinar en la calle durante los festejos.
A lo largo del último fin de semana, 51 personas han sido arrestadas por no utilizar los baños públicos portátiles instalados por las autoridades y en lugar de ello dejar su maloliente huella en árboles, muros y esquinas.
Para detener a los meadores, las autoridades municipales recurrieron a un truco jurídico. Como la ley no permite arrestar a personas por hacer pis en la calle, los que lo hacen son detenidos por práctica de "acto obsceno", o sea, por exhibir sus partes íntimas en lugar público.
La práctica masculina de usar la calle para orinar va en aumento desde la década del 90, cuando los grupos de barrios lograron revivir el Carnaval callejero que durante décadas desapareció de Río, opacado por la monumentalidad del famoso desfile de las "escuelas de samba".
Los blocos -grupos de músicos y ritmistas que recurren varios barrios de Río- son hoy uno de los principales atractivos de la fiesta carioca: arrastran tras suyo a decenas de miles de personas y contaminan con su alegría todos los rincones de la ciudad, pero a su paso dejan un olor de pesadilla por las calles.
En un intento de frenar la mala costumbre, la Municipalidad multiplicó por cuatro el número de baños químicos portátiles instalados en todos los lugares por donde pasan los blocos: este año son 4.000, frente a los mil del año pasado.
Sin embargo, al parecer el aumento no da abasto a la demanda, estimulada por el consumo de enormes cantidades de cerveza durante la fiesta: la prensa publica hoy fotos de las largas colas formadas delante de los baños químicos, así como de algunos hombres que optaron por enfrentar el riesgo de arresto en nombre de la urgencia de sus necesidades.
"Un policía me regañó, diciendo que había un montón de baños. Estarán probablemente en su casa", afirmó un abogado de 29 años detenido por orinar delante de un muro en el elegante barrio de Jardim Botánico, donde el grupo Suvaco de Cristo reunió el sábado a 20.000 personas.
"Si van a arrestar a todos los que hacen pis en la calle durante el Carnaval de Río, faltarán lugares en las comisarías", expresó el vendedor José Ferreira da Costa, de 51 años, arrestado este domingo cuando orinaba cerca de un árbol en el barrio boemio de Lapa, en la zona céntrica de Río.
El secretario de Órden Público de Río, Rodrigo Bethlem, reiteró sin embargo que, este año, no habrá tolerancia hacia los miccionadores, y dejó en claro que la "guerra" proseguirá implacable hasta el Martes de Carnaval.
"Tendremos a agentes acompañando a los 'blocos'. Cuando ubiquen a personas orinando en la calle, estas serán llevadas a la comisaría por práctica de acto obsceno. Es inaceptable que una persona use la calle como baño público. Si la necesidad fuese una justificación, los que sienten hambre podrían robar", argumentó.
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