Thug Behram (o Buhram) (1765 – 1840) fue el líder temido de la secta Thuggee en la India colonial, un hombre cuya reputación siniestra perdura en los anales de la historia criminal. Durante cinco décadas, desde 1790 hasta su ejecución en 1840, sembró el terror en la región, utilizando el rumal, un pañuelo ceremonial amarillo, para estrangular a sus víctimas como parte de los rituales de la secta. La mayor parte de los muertos fueron peregrinos y comerciantes.

Los números de sus crímenes son impactantes: se le atribuyen hasta 931 asesinatos, una estadística que atestigua la escala abrumadora de su violencia. En 1840, su reinado de terror llegó a su fin cuando fue capturado y condenado a muerte por ahorcamiento.

La historia de Thug Behram es contada en los escritos de James Paton, un oficial de la Compañía Británica de las Indias Orientales. En su relato, Behram se jactaba de haber participado en 931 asesinatos, estrangulando personalmente a más de 125 personas y presenciando la muerte del resto a manos de sus seguidores.

El legado de Thug Behram es sombrío y perturbador, una recordatoria inquietante de los horrores infligidos por la secta Thuggee durante su reinado de terror en la India colonial. Su nombre sigue siendo sinónimo de crueldad y despiadada violencia, dejando una marca indeleble en la historia criminal del subcontinente indio.

La secta Thuggee

La secta Thuggee, también conocida como los Thugs, fue una organización criminal que operó en la India durante siglos, alcanzando su apogeo en los siglos XVIII y XIX. Aquí hay algunas características distintivas de la secta Thuggee:

Los Thugs afirmaban ser adoradores de la diosa hindú Kali. Creían que sus asesinatos estaban justificados como sacrificios rituales en honor a la diosa. Solían viajar en grupos, a menudo disfrazados como comerciantes o peregrinos, para ganarse la confianza de sus víctimas. Una vez que estaban cerca, los Thugs estrangulaban a sus objetivos con el rumal, un pañuelo largo y delgado, en un ritual conocido como thuggee.

La secta estaba organizada en clanes familiares con jerarquías internas. Había líderes, llamados jemadars, que dirigían grupos más pequeños de Thugs. Los Thugs tenían un código de conducta estricto y reglas ceremoniales. Seguían rituales específicos antes y después de cada asesinato, incluyendo la oración a Kali y la ofrenda del rumal. Los Thugs principalmente robaban y asesinaban a viajeros en las carreteras de la India, pero también participaban en actividades de saqueo.

Su motivación principal era el botín material, así como la creencia de que sus acciones eran religiosamente justificadas.  La secta Thuggee operaba en todo el subcontinente indio, desde el norte hasta el sur, y desde el este hasta el oeste. Sus actividades delictivas abarcaban una vasta área geográfica. A lo largo de los siglos, los Thugs se convirtieron en un problema grave para las autoridades coloniales británicas en la India. En el siglo XIX, se lanzaron campañas para erradicar la secta, lo que finalmente condujo a su disolución.