FCO. JOSÉ MARTÍN CERVERA, FUNDADOR Y PTE. DE STRANDS

"Competir en el software es un maratón a ritmo de velocista"

  • De Las Navas de la Concepción a Oregón, 39 años contemplan la vida de un sevillano de la Sierra Norte, hijo de la emigración y experto en inteligencia artificial, triunfador con programas que generan recomendaciones personalizadas.

NACIÓ un 11-S, pero de 1970. "Fue bajo la luz de un candil y asistido por don Cristóbal, el practicante. Se había ido la luz y no daba tiempo para llevarme a nacer en Sevilla". Hoy, sin olvidar su tierra natal, está al frente de una empresa multinacional, Strands, creada por él en 2003, en la que el BBVA y Antonio Asensio invirtieron 49 millones de dólares en 2007. Tiene centros de operaciones en los Estados Unidos, España (Barcelona, Madrid, Valencia y Zaragoza) y Finlandia. "Nuestra tecnología está siendo ahora utilizada por las mejores instituciones financieras del mundo y también por muchos de los comerciantes electrónicos más conocidos. Nos gustaría que en un futuro la compañía llegue a cotizar en bolsa".

En el organigrama del grupo empresarial que Francisco José Martín ha puesto en pie tiene, por ejemplo, en MoneyStrands de vicepresidente a Atakan Cekinsoy, que procede de Apple; de vicepresidente en Strands Personal Finance a Edward Chang, proveniente de Citigroup, y de vicepresidente en Strands Social Discovery a Oliver Bremer, anteriormente en Nokia. Strands ha recibió el premio a la innovación de France Telecom en 2007, el premio a la mejor aplicación multimedia otorgado por Nokia en 2008 y también a la mejor aplicación por parte de Blackberry en 2008.

-¿Cuáles son sus raíces en Las Navas de la Concepción?

-Mi vinculación con Las Navas viene por parte de mis abuelos paternos, de Fuente Palmera él y de Cerro Muriano ella, se fueron a vivir a Las Navas antes de la guerra civil. Allí nació mi padre en 1943. Mi familia es conocida como "los jaboneros" porque mi abuelo Salvador, que era inventor, hacia el jabón. Mis tíos y mi padre trabajan con él desde muy pequeñitos. Mi padre se hizo conductor y se iba a trabajar a Suiza durante meses. Pasábamos mucho tiempo sin verlo. En 1974 decidió que nos íbamos a Barcelona a buscar mejor suerte. En el camino de ida nos quedamos a vivir en Valencia. Tengo dos hermanos y una hermana. Mi madre nos crió prácticamente sola. La obsesión de mi padre, como muchos hijos de la posguerra, era trabajar para que nunca nos faltará de comer y pudiéramos estudiar una carrera.

-¿De dónde le viene ese espíritu inventor?

-Recuerdo a mi abuelo tocando el violín, aprendió en solitario para sacar algo de dinero en las fiestas. Y mi tío Luis es capaz de hacer cualquier tipo de ingenio eléctrico o mecánico. En mi caso es todo software, que es mucho más fácil.

-¿Cómo se especializa en inteligencia artificial?

-Gracias al doctor Vicente Botti, que impartía la asignatura en la Universidad Politécnica de Valencia. Me quedé atrapado por el reto de hacer que las maquinas lleguen a pensar como lo hacen los humanos. Empecé a leer sobre ello y a programar unas cuantas cosas y encontré un mundo fascinante, sin limites y lleno de retos. El CSIC luego me brindó la oportunidad de iniciar una carrera científica en esa área y la Generalitat de Cataluña me becó para ello. Mi paso por el Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial del CSIC en Barcelona ha sido la experiencia clave de mi carrera y la que ha servido para marcar más mi futuro. Podía trabajar días y noches a mis anchas y tenía a mi alcance una biblioteca única. Los responsables y figuras del centro (Francesc Esteva, Ramón López de Mántaras y Enric Plaza) siempre apoyaron y orientaron mis aventuras. Ojalá muchos más jóvenes con pasión científica tuvieran la opción de acceder a un centro de excelencia como ese.

-¿Qué le lleva a dar el paso para convertirse en empresario?

-Ver que muchas de las ideas de las que nosotros nos limitábamos a escribir o producir prototipos se convertían en grandes productos o empresas en otras partes del mundo. Sólo faltaba alguien que quisiera arriesgarse a intentarlo.

-¿Cómo da el salto a EEUU?

-A través de un año sabático de mi primera compañía -después de trabajar varios años más de 16 horas diarias los 365 días del año- me fui a regenerar mis ideas y trabajar con Tom Dietterich, uno de los grandes profesores americanos en hacer que los ordenadores aprendan de los datos que procesan. Y la idea de Strands me surge de forma casual, porque me di cuenta de que los reproductores digitales empezaban a guardar información sobre el número de veces que se accedía a cada archivo. Ello podría ser la base para conocer mucho mejor las pautas de consumo y, en definitiva, lo que nos gusta. Con todo se podrían generar recomendaciones personalizadas de forma automática.

-Para que la tecnología sea tan sencilla en manos del usuario, ¿cuánto hay de trabajo, probaturas y errores?

-Muchas horas de trabajo continuo y sacrificio por parte de muchos ingenieros e ingenieras. Los que llevamos cuatro o cinco años en la compañía creo que podemos contar muchos amaneceres dentro de la oficina. A veces veo gente que se piensa que hacer una compañía de software ambiciosa es cosa de varios meses o pocos años. Para mí es como un maratón con obstáculos en el que tienes que competir a la velocidad de los 100 metros.

-¿Qué desafíos creativos afronta en la actualidad?

-Siempre tener que averiguar en qué otra dimensión se puede seguir utilizando nuestra tecnología y cuál va a ser la siguiente cosa que va a ser aceptada masivamente por los consumidores. Empezamos con música en 2003, luego con vídeos y otro tipo de contenidos digitales. Ahora nos centramos en finanzas personales, comercio electrónico y actividades físicas. Con anchos de banda cada vez mayores y dispositivos móviles más potentes, el abanico de aplicaciones que queda por inventar es todavía muy grande.

-¿Las redes sociales forman parte de su equipaje a cualquier día, hora o lugar?

-Sin lugar a dudas. Son los nuevos medios de comunicación. Desde los contactos profesionales (en Linkedin) hasta los amigos de la infancia (en Facebook) pasando por los que comparten la pasión por el deporte (en Strands).

-¿Está al tanto de la situación socioeconómica de Sevilla y provincia? A la luz de su experiencia, ¿qué consejos puede dar?

-Sigo bastante de cerca todo lo que acontece con la economía en España. La situación actual va más allá de la crisis financiera internacional. Hemos vivido muchos años de bonanza que no hemos sabido aprovechar para preparar nuestro futuro. Ahora no nos queda otro remedio que reinventarnos. Apostar de una forma mucho más decidida por las nuevas tecnologías. Primero mejorando el acceso a la educación cualificada, y luego poniendo a disposición de los emprendedores en esas tecnologías una serie de facilidades muy prácticas, evitando además cualquier tipo de intervencionismo. Simplemente invertir en crear el ecosistema y facilitar las cosas para que los emprendedores puedan centrarse en su negocio y crear riqueza. Sembrar cuanto antes para llegar a conseguir la masa critica que luego permita que las cosas evolucionen por sí solas. En resumen, crear un Silicon Valley. Sin embargo, esto no es cosa de un mandato político, ni de dos. Se requieren varias generaciones de emprendedores para que las experiencias y conexiones internacionales se amorticen. Hay que empezar por buenas universidades que los formen con esa mentalidad. Estoy convencido de que Sevilla podría triunfar en esa dirección si se lo propusiese con todas las ganas.

-Es inevitable que usted compare con frecuencia a Estados Unidos con España, teniendo su empresa a caballo entre los dos países.

-Estados Unidos es un país mucho más autocrítico y los votantes mucho más duros y exigentes que en España. La economía y el futuro son de vital importancia y el resto de cosas son secundarias. Quizá en España vivamos mucho más arraigados al pasado, tengamos demasiado presente cosas que pasaron hace ya 70 años, y en lugar de criticar a nuestro propio partido nos empeñamos en apuntar lo mal que lo hizo en su momento el partido contrario.

-¿Quién saca a quién de la crisis?

-En Estados Unidos hay multitud de personas que saben que la salida de la crisis es labor de los emprendedores y lo que se tiene que hacer es motivar a la juventud para que elijan ese camino. En España nos hace falta más conciencia al respecto ya que muy poca gente repara en la importancia de los nuevos emprendedores. Me pregunto cuántos cientos de miles de empleos cualificados se podrían haber creado a largo plazo, si nuestros últimos gobiernos hubiesen estimulado la creación de empresas de base tecnológica con una milésima parte de la fuerza con la que han apostado, y siguen apostando, por otros sectores o por solucionar problemas a corto plazo.

-Strands está muy vinculado al deporte y usted ha organizado en su tierra natal una carrera de gran fondo con Abel Antón, al que fichó como director de marketing, y Martín Fiz.

-Sí, espero que con los años pueda ser más conocida y consigamos convertirla en una de las grandes clásicas del calendario andaluz.

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