Cuando se habla de seguridad a la hora de navegar por internet, la precaución y no confiarse en exceso cuando se visitan diversas páginas web es importante para evitar poner en riesgo los dispositivos y los datos personales y dejarlos a merced de cibercriminales.

En ocasiones, las páginas web pueden caer ante hackeos de delincuentes, poniendo en riesgo a sus visitantes. Pero ¿cómo se puede saber si una página ha sido hackeada y se está usando para obtener información o implementar malware en los usuarios?

Algunos consejos para sospechar de un posible hackeo

A veces el comportamiento o algunos detalles de las páginas web hacen que salten las alertas. Quizás la alarma más obvia se produce cuando al entrar en una página web, el buscador que se esté usando o el antivirus, de tener uno, no permiten acceder a la misma. En esos casos, se suele observar un aviso para los usuarios, que alertan de la posibilidad de que acceder a la web puede suponer un riesgo.

En otras ocasiones, que el texto o las imágenes de la web contengan elementos que no tienen relación temática con el resto de la misma, puede hacer que se sospeche de que algo no va bien.

En qué debemos fijarnos

Jose AMD, desarrollador web sevillano especializado en Mantenimiento y Soporte Web, comenta en su blog que otro detalle que puede hacer sospechar de un hackeo en una página es sufrir un bombardeo publicitario (es decir, que se vea con más frecuencia de la habitual), además de la presencia de ventanas emergentes.

Señala también que se debe sospechar cuando la solicitud de datos para inicio de sesión no sean cifrados (algo que se puede saber si hay un candado junto a la url), ya que deja esa información expuesta a terceros.

En esa misma entrada, el desarrollador web señala que otro elemento sobre el que debe sospecharse, que la web redirige a otras páginas y especialmente si estas tienen direcciones url cambiadas o acortadas.

En ocasiones, los usuarios pueden encontrarse con páginas web que parecen legítimas, pero que son en realidad falsas y se usan para estafar o recolectar datos privados. En estos casos, no se trata de páginas hackeadas, sino de intentos de phishing.

Encontrar este tipo de páginas también puede ser un problema, para el que la desconfianza y la precaución son también claves en la protección de los datos personales y cuentas bancarias. Se deben tener en cuenta detalles como que la url sea la adecuada o que los datos estén cifrados (especialmente cuando se han de introducir usuarios y contraseñas u otro tipo de información personal).