Internet ha transformado radicalmente nuestra vida: la forma en la que compramos, vendemos, trabajamos, socializamos, nos entretenemos, nos informamos... En definitiva, cómo comprendemos y nos relacionamos con el mundo que nos rodea.

A través de la Red y con un clic podemos acceder a cualquier información que deseemos, pero el mundo virtual es un arma de doble filo, sobre todo para los más pequeños, que no conocen los riesgos que se esconden detrás de sus pantallas.

Con motivo del Día Internacional de Internet Segura el 6 de febrero, Avast ofrece cuatro consejos para proteger a los más pequeños. Las recomendaciones parten de estas ideas: aplicaciones de control parental, límites de tiempo de uso de las pantallas y supervisión constante de las actividades en línea de los niños.

La importancia de la comunicación

“Ninguna normativa de seguridad en internet destinada a niños puede reemplazar la mejor manera de protegerlos en la Red: la comunicación directa. La seguridad de los niños comienza por comprender cómo y por qué utilizan internet, garantizando que sean conscientes de los peligros y de cómo abordarlos”, explica Luis Corrons, Security Evangelist de Avast.

“Dado que constituyen un grupo especialmente vulnerable frente a las amenazas cibernéticas, es esencial establecer un diálogo abierto con ellos”, añade.

No basta con tener conocimientos tecnológicos (una investigación reciente de la compañía ha revelado que numerosos progenitores perciben que sus hijos han superado sus conocimientos), hay además que familiarizarse con las técnicas de ingeniería social utilizadas por ciberdelincuentes para detectar amenazas y alertar a los hijos.

Entre otros peligros, los niños pueden ser especialmente vulnerables al doxxing (revelar información personal de una persona en internet sin su consentimiento) por parte de ciberdelincuentes o ciberacosadores.

Cultivar un ambiente de confianza con los hijos es fundamental para que se sientan cómodos al compartir cualquier experiencia inapropiada o amenazadora en el entorno digital. Mantenerse sereno y evitar juzgarlos sin duda asegurará que continúen compartiendo sus preocupaciones.

Limitaciones de tiempo frente a la pantalla y controles parentales

Establecer límites en el tiempo de pantalla es crucial para guiar la cantidad de contenido digital que consumen y fomentar una relación saludable con la tecnología. Muchos padres tienen problemas para poner límites de uso a sus hijos (algo agravado por la pandemia, que aumentó un 17% el tiempo de pantalla entre 2019 y 2021 para preadolescentes y adolescentes).

Asegurar la ciberseguridad de los niños implica diálogo y normas, pero los controles parentales son herramientas prácticas esenciales. Pueden configurarse en dispositivos, teléfonos, navegadores o routers, permitiendo el monitorizado y establecimiento de límites en el tiempo de pantalla y restricciones de contenido.

Contraseñas seguras y supervisión responsable

“Cuando tus hijos son pequeños, debes conocer las contraseñas de los sitios web y dispositivos que utilizan, en especial si disponen de redes sociales en la preadolescencia, como Instagram o Tik Tok. También es importante ayudarles a crear contraseñas fuertes, activando la autenticación de dos factores (y enseñándoles a usar un gestor de contraseñas”, apunta Corrons.

Con adolescentes, la ciberseguridad se vuelve más compleja. Es indispensable equilibrar la privacidad con la supervisión responsable, para que no lo perciba como una invasión de su intimidad. La comunicación abierta y la confianza son clave en esta etapa.

Destacar los peligros de divulgar información personal, como ubicación y dirección y presentar el concepto de ciberdelincuencia para que estén al tanto de las amenazas graves en internet, son temas de los que los padres deben hablar con sus hijos.

Los adultos, el mejor ejemplo a seguir

“Los consejos de seguridad para niños son esenciales, pero los propios comportamientos tienen un impacto aún mayor. Los adultos debemos ser un buen ejemplo en nuestra vida digital. Por ejemplo, limitando nuestro tiempo frente a la pantalla si buscamos que ellos también lo hagan”, concluye Luis Corrons.