Plato fallido

Buñuelo diabólico: Ana se autoelimina en 'MasterChef' tras enfrentarse a Pilu

  • La camarera de Estepa, récord mundial de participación en eliminaciones en este formato, dice adiós por una elección muy desafortunada

Ana se abraza a Jotha en su despedida

Ana se abraza a Jotha en su despedida

Suele ocurrir con el exceso de confianza. Después de 16 noches batiéndose la eliminación a punto de nieve y siempre saliendo airosa, a Ana, la camarera de Estepa, se le atragantó una ocurrencia suya de repostería y lo pagó con su marcha de MasterChef. ¿Pa qué te metes en líos? Se podía preguntar ella misma. Con el récord mundial de eliminaciones entre todas las versiones del formato, 17 pruebas en el abismo contando con la de anoche, la estepeña se autoeliminó con lo que más le gusta: la repostería.

Los delantales negros debían hacer un postre bajo en calorías. Y Ana, que llevaba años pidiendo una dulce oportunidad para lucirse, en lugar de crear una mousse de ruibarbo con yemas de huevos de alcotán o un bizcocho templado de cosas claras y chocolate espeso, le dio por hacer un buñuelo gigante recubierto de pringue de frutos rojos y una pátina de nada y flores que no gustó al jurado. Sí, Jotha, el kamikaze, que se autoexigió una alternativa azucarada con más acidez que un cliente de Eno, elaboró un lemon pie que haría achinar los ojos a Candy Candy, logró salvarse con complacencia por parte de Jordi, Samantha y Pepe. El invitado Joan Roca hubiera salvado a la repostera sevillana que se peleó con el buñuelo. Quería convertirlo en una esfera blanducha rellena de crema de queso  y recubierta de salsa y al final le salió un pestiño fofo.

Los guapitos miraban desde el gallinero. Pilu, a la que se le atravesó Ana y el resto de compañeras, le ha hecho la vida imposible a la sevillana y a Eneko se le atravesó la rodilla entre los barrotes. 

Jordi Cruz también elaboraba un postre en esa eliminación entre hojillas de canela y broncas a Álex por dejar sucia la envasadora al vacío. Su niño bonito se salvó con holgura.

La noche había comenzado con una prueba en la que los seis aspirantes debían elaborar un plato enviado por sus familiares que después aparecían en el plató. A la portuense Pilu, que ha evolucionado entre cocinas e intrigas, con el tartar de carabineros y gambones se le apareció su madre, Pilar, todo arrullo y admiración. Destacó en la prueba, se clasificó como semifinalista y rondará en el duelo final. Eneko fue sorprendido por su familia de anuncio (su mujer embarazada y sus dos niñas pecosas). Son una familia perfecta. 

La perdición de Ana comenzó con el plato de ternera con setas enviado por su novio desde el restaurante chino, la cocción de la carne le jugó una mala pasada. Y conocimos a Loly, una de las parejas de Jotha, el del poliamor. Lluís fue agasajado por su novia para celillos de Pilu. 

De cara a la final se ha quedado el ramillete de pijos y guapetes y Jotha el kamikaze. Vaya churro.

 

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