No niega que siempre se le haya dado bien hacer reír a la gente pero, como ella misma reconoce, contar chistes no es lo suyo. A pesar de esto, Anabel Alonso se pone a partir de hoy al frente de un programa de chistes al estilo de Genio y figura( Antena 3) o No te rías que es peor (TVE), ambos de mediados de los 90. Pero sólo como presentadora. Los chistes los harán un novedoso y sorprendente equipo de colaboradores compuesto por Martina Klein, Leo Harlem, David Amor, Diego Arjona y Meritxell Huertas. La risa está servida.

-¿Es este nuevo espacio una revisión de El club de la comedia?

-Lo de club sí puede decirse que es un recuerdo. Pero este programa no tiene nada que ver con el otro. No tiene nada que ver con los monólogos. Lo que pretendemos es poner de moda de nuevo el chiste. Los históricos, los tradicionales que tan arraigados están en nuestro imaginario cultural. Pero también los modernos, los que van surgiendo nuevos. Es un homenaje a este género.

-Entonces, ¿va más en la línea de Genio y figura?

-Sí. Pero estamos creando un formato completamente nuevo. Aquí no sólo son un puñado de cuenta-chistes. Tenemos una plantilla fija, sí, de colaboradores. Pero también hay una sección Vip en la que personajes famosos nos contarán sus chistes preferidos. Otra sección en la que se seleccionarán los mejores de gente anónima. Está la sitcom del comienzo de cada programa, en el backstage. Y también haremos sketches.

-Difícil eso de crear un formato nuevo. ¿En televisión no está ya todo inventado?

-Casi todo. Pero nunca antes se había hecho un espacio como éste con el chiste como hilo conductor pero incluyendo más cosas, más detalles. El contenido es más amplio. Es como hacer una revisión del chiste en el siglo XXI.

-Después de estar en El club de la comedia y en series cómicas como Siete vidas o La familia mata, ¿no le da miedo de que la encasillen en la comedia?

-Una actriz elige los proyectos que hace entre las distintas ofertas que tiene. Y yo, la verdad, es que recibo casi un cien por cien de proyectos encaminados en este sentido. Pero no me preocupa. Lo importante es trabajar. Por supuesto que me apetecería también ahondar en mi faceta dramática. Pero el trabajo de una actriz es de fondo.

Tengo todavía muchas cosas que aprender. No me siento, en absoluto, encasillada. Y tengo la suerte de poder elegir lo que más me gusta porque tengo distintas ofertas. Con los tiempos que corren, de hecho, trabajar es ya de por sí un lujo.

-¿Se va a tirar al ruedo, entonces, a contar chistes?

-No, yo soy la presentadora. Soy sólo eso, y actriz. Porque también participaré en los sketches, en la parte de ficción. Es que yo lo que soy es una comediante, no me dedico a contar chistes, no son mi especialidad. Es más, me parece un trabajo dificilísimo. A mí, al menos, es un género que se me da fatal. ¡Menos mal que para eso ya está este genial equipo de colaboradores o 'cuenta-chistes', que son realmente fantásticos!

-¿Nos harán reír mucho?

-Puufff, ¡seguro! Además forman un elenco muy variado, para todos los gustos... y sorprendente. La única conocida es Martina (Klein), y en otra vertiente. Leo (Harlem) es el más veterano pero se ha movido siempre en cafés y en circuitos más reducidos, no ante el gran público. Bueeno, todos tienen perfiles muy distintos y formas de contar muy diferentes.

-La vimos hace poco en La familia mata pero, ¿no hay nada de ficción a la vista?

-Estoy en La Latina de Madrid con Sexos, con Pepón Nieto y Adriana Ozores. Aparte del teatro, que lo compaginaré con este programa, ha habido cosas... pero yo, si me embarco en algo, tengo que estar convencida y, no fue el caso. Pero es que quiero que si me equivoco, al menos que sea por mí. No me gusta implicarme en nada en lo que no crea.