Cuando alguien es humilde puede seguir aprendiendo. Diego Arjona es de esas personas, a las que les gusta rodearse de los mejores para aprender de ellos. El humorista algecireño empezó haciendo algunas interpretaciones en la Fundación Municipal José Luis Cano de Algeciras cuando era un niño, con José Luis Muñoz, del que dice que "es un tío que sabe mucho". Sus monólogos y chistes en televisión los compagina con sus labores de director y guionista de cortometrajes. Los Monty Python son su mayor influencia extranjera. Entre sus maestros españoles menciona a Gila y a Pedro Reyes, a quien ha entrevistado para el libro que está terminando de escribir, y que aún no tiene título.

Arjona cuenta una anécdota que le sucedió a raíz de salir en El club del chiste. Un hombre se le acercó y le preguntó que si salía en la tele. Le dijo que sí, a lo que le preguntó que en qué programa . "Le contesté que salía en Redes, con Punset, y me dijo: 'ah, muy interesante'. Se fue completamente convencido. Me estará buscando todavía en La 2", relata. "Estudié la carrera de magisterio y le di el título a mi madre. Luego le dije que me iba a Madrid para ser artista. Siempre me había gustado, pero nunca imaginé que podría dedicarme a ello". Asegura que cuando termina las actuaciones, se hace fotos con la gente y se va a su casa a estar tranquilo viendo películas.

"Desde pequeño soy muy payaso: en las bodas, comuniones o cumpleaños era el primero en ponerme a contar chistes". Cuando le propusieron hacer monólogos no lo veía claro, pero le dijeron que "cómo no iba a verlo claro si estaba haciendo monólogos durante todo el día sin darse cuenta".

Aunque vive en Madrid de vez en cuando se escapa a su Algeciras natal para ver a amigos y familiares. Acaba de terminar una serie de nueve monólogos consecutivos. El espectáculo se llama Un monólogo divino, nombre que procede del fragmento de su su convivencia con Jesucristo, "en un tono respetuoso pero simpático".

La llegada de Arjona a El club del chiste de Antena 3 fue rocambolesca. Asegura que sólo con eso hay para llenar varias páginas. "Durante varios meses fui a procesos de selección para distintos programas de televisión y pensé que el de El club ya lo había hecho, por lo que no fui cuando lo hicieron en Madrid". Pensó que si no lo habían llamado era porque no tenía opciones. El verano pasado fue a Conil de vacaciones y le llamó su tía diciéndole que había casting en Cádiz. Él le dijo que se iba a la playa, pero empezó a llover. "Hice el casting y aquí me ves...fue por casualidad".

En dos años y medio ha hecho unas 200 galas de monólogos, pero sigue poniéndose nervioso antes de salir. "Dice un humorista conocido que hay dos tipos de cómico: los que pinchan y los que mienten". Con esto quiere decir que todos los cómicos han tenido un mal espectáculo alguna vez", subraya.