OBITUARIO | CIPRIANO DÍAZ

Adiós a una crónica de amistad

Adiós a una crónica de amistad

Adiós a una crónica de amistad / P. Guerrero (Aracena)

Se ha muerto Cipriano Díaz, un amigo para mí, pero especialmente un hombre del toro de esta Huelva a la que defendió siempre en lo más profundo de su alma.  Fue este hombre de letras y escrituras del toro de arranque fácil y duro en la competencia pero incuestionable en la nobleza de su acción humana.  Es curioso como la vida fue moldeando esta amistad, de la que por supuesto presumo, desde una nada desdeñable rivalidad de aquellos comienzos  en territorio nuevo para escribir de toros.

De aquellos rifirrafes de revisteros la vida fue disolviendo todo lo necesario para que llegara la amistad y la admiración hacia este no moguereño pero enamorado del pueblo del nobel hasta  ese máximo al que siempre aspiró Cipriano en cualquier faceta de su vida. No fue desde luego un hombre de mediocridades. Pudo gustar o no; convencer o disgustar pero su categoría de aficionado está fuera de toda duda.  Su voz, su escritura, su oratoria... Todo tuvo un sello vital en donde dejar una huella en esa trayectoria que ahora cierra su muerte después de haber andado 82 años por la vida y con un funeral  hoy a las 11.30 de la mañana en el tanatorio antiguo de Servisa.

  Mas por siempre han de quedar esas rodaduras de muchas temporadas de toros metidos entre el humo del Ducado de Vicente Parra y la conversación de Pedro Quintero poniendo en orden el mundo cada cual a su manera hasta que salía el toro y nos callaba a todos. Se me ha ido un amigo y seguramente lo voy a extrañar mucho cuando no me llegue esa llamada puntual a su cita cada 24 de diciembre. Pero fundamentalmente creo que a Huelva se le ha ido un incansable defensor de la Fiesta y un inteligente  hombre del toro.

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