El Unicaja se ejercitó este viernes en el Carpena, no hay Viernes Santo que dispense del trabajo. Es inminente el regreso de la competición tras un parón a trasmano, después de ese grato sabor de boca que dejó el gran triunfo ante el Joventut de hace dos semanas.

Aunque se ha escapado definitivamente la posibilidad de jugar la Euroliga el año que viene, hay hambre de baloncesto en el vestuario cajista. Uno de los que más, Carlos Suárez. El capitán no está teniendo un año afortunado con las lesiones. Se produjo en estos días de entrenamiento de calidad una microrrotura fibrilar. Su presencia no está descartada este domingo en Lugo, pero tampoco hay certeza.

Suárez se ejercitó durante buena parte del entrenamiento de este viernes y con buenas sensaciones, pero no está asegurada 100% su presencia en el Pazo, donde aguarda un Breogán con mucha necesidad y también alguna baja, como la Norel.

No hay que perder la perspectiva de que hay tres partidos después en el margen de 10 días, uno de ellos determinante ante el Valencia, en la pelea por el cuarto lugar. Según se encuentre en la sesión de trabajo de este sábado, antes del desplazamiento, se determinará si forma parte de la expedición. El plazo de baja aconsejado para la lesión de Suárez oscila entre 7 y 10 días, justo en el límite porque se lesionó el viernes pasado.