Unicaja

Darío Brizuela, elegancia y grandeza en el hasta luego a Málaga

  • El vasco se despide rodeado de ex compañeros y amigos de su etapa en Málaga en el Carpena durante la concentración con la selección

  • Alberto y su rol con la selección

Brizuela, arropado en su adiós.

Brizuela, arropado en su adiós. / Ana Jiménez

Son gestos que engrandecen a club y jugador. Había pasado ya un mes desde que se generó el terremoto repentino de su marcha al Barcelona, pero el Unicaja había abierto la puerta de su casa a Darío Brizuela para que se despidiera. Y el jugador puso su empeño en decir adiós en el lugar en el que jugó casi cuatro temporadas y en el que dice que ha cambiado su vida, personal y deportiva. "Normalizar" estas situaciones, como decía López Nieto, que le acompañaba en el estrado de la sala de prensa del Carpena. Vino una oferta fuera de las previsiones, que no se contemplaba. Darío quería quedarse en Málaga, buena prueba es que en abril renovó por tres temporadas, hasta 2026. Pero el Barcelona llegó con el millón de euros largo de su cláusula de salida. Y pesó la lógica ambición deportiva de medirse y competir con los mejores.

Darío Brizuela compareció, aprovechando su estancia en Málaga con la selección española, acompañado por antiguos compañeros, actuales y pasados. Eduardo García y Manolo Rubia, las personas que le ficharon. Ibon Navarro, el cuerpo técnico al completo, Juanma Rodríguez, Alberto Díaz, Yannick Nzosa, Yankuba Sima, Tyler Kalinoski, Mario Saint-Supéry, Carlos Suárez, Carlos Cabezas, varios amigos que deja en Málaga "para toda la vida"... Y claro, su hijo, Bruno, y su mujer, Uxúe. En una sala de prensa atestada, sin guion escrito, como ese verso libre que es en la pista, el donostiarra se abrió en canal para compartir sus emociones y explicar el adiós. 

"Agradezco a todos los que estáis aquí. Compañeros de club, trabajadores, generaciones de compañeros, desde los más veteranos a los más jóvenes... He venido sin nada preparado. Venía hablando con mí tío y le decía que sólo tenía la intención de ser claro y de mantener la actitud y la gratitud que he mostrado siempre, es como me he querido comportar desde el día 1, se lo dije a Eduardo [García, presente], salía de una situación muy complicada y en una situación distinta. He intentado dar el máximo, aprender. El mejor recuerdo que tengo, lo mejor que llevo, es mi hijo. Mi hijo es de Málaga, va a saber que es de Málaga, siempre que mire a mi hijo de esta ciudad. Hemos vivido muchas cosas malas, pero también muy buenas. Él va a saberlo, Málaga a mí y a mi mujer nos ha ayudado a ser mejor persona. Me importa también que esté aquí gente, desde primera fila hasta la última, gente que estará en mi vida, siempre estaremos unidos a estad ciudad. Estamos tremendamente agradecidos de por vida. Gracias por ayudarme a ser mejor jugador, dar un paso, ayudarme a ser el hombre que soy ahora. Con 24 años llegué pensando que lo sabía todo y no sabía nada, era un niño", comenzaba su alocución.

"Emocionalmente  fue más difícil que racionalmente", decía Brizuela sobre cómo fue la determinación de salir rumbo a Barcelona: "Deportivamente es una decisión fácil, es ir a uno de los mejores clubes de Europa, todo jugador lo quiere dar ese paso. Tuvimos una conversación larga con mi mujer sobre si irnos o no. La comodidad y la felicidad que teníamos aquí en Málaga no sé si la vamos a replicar. Tuve una llamada a Alberto dura, no fue fácil, es un gran amigo, romper esos lazos es complicado. Emocionalmente ha sido muy difícil, nos ha costado. Por muy feliz que yo esté en Málaga, y lo iba a seguir estando, se me ha planteado un reto muy grande, un paso más allá en mi carrera. Un club muy importante al que es muy difícil decir que no. Como competidor quieres saber hasta dónde quieres llegar, si tienes nivel Euroliga, si puedes competir con los mejores. No es decisión económica, es el reto, de jugar, me hubiera gustado encantado jugar la Euroliga con el Unicaja, pero no fue posible".

Acerca de cómo fue el proceso rápido de cambiar de club, Brizuela explicaba que "me pilla con mi mujer de vacaciones, no me lo esperaba para nada. La conversación es muy rápida, que el Barça está muy interesado para pagar la cláusula para que no se complique el traspaso. La conversación con el Unicaja fue al día de siguiente. Estoy agradecido por que me lo pusieran tan fácil, por que hoy pueda estar sentado aquí. Todo fue muy rápido, no me lo esperaba. Tuve que tomar una decisión rápida y me decidí", señalaba el vasco, que dice que "con lo que me quedo es con lo que ha aprendido. Toda la gente es muy cercana en este club. venía en un club que se define de patio de colegio, y es así, pero la cercanía de este club no la había vivido antes. Aquí se mezcla profesionalidad y cercanía, me llevo eso. He madurado mucho. Es la cercanía del sur, como dice Alberto, que somos diferentes. La calidez y cercanía con que se trata al de fuera. Yo lo fui y lo agradezco mucho. Llegué aquí con un papel muy concreto en un club muy concreto, jugar con jugadores mejores que yo hizo que creciera muy rápido. Hay exigencia, competitividad, circunstancias en las que he mejorado muchísimo, me ha dado la plataforma para estar en la selección e ir al Eurobásket, he dado un salto arriba".

Sobre cómo espera ser recibido en Málaga cuando regrese, Brizuela decía que "no lo sé, imagino que después de todo esto con aplausos, pero una vez empiece el partido... Conozco a la gente de Málaga y cómo se vive esto y no regalan una canasta, seguro"

"Era sólo una pieza, se quedan los mismos jugadores, me han intercambiado por un jugador rápidamente de mucho nivel. El Unicaja sigue aspirando a competir todos los partidos, a ganar la BCL, la Copa que será en Málaga... que yo me vaya no va a cambiar en absoluto eso", proseguía Brizuela sobre lo que deja en Málaga, lugar en el que vivió "muchos momentos, buenos y malos, en los momentos malos se ve cómo son la personas de verdad, he vivido momentos malos, la cercanía que tuve con compañeros aquí sentado no la olvido. Estar mal, ir con dudas, arroparnos... La sensación es que he intentado con los jóvenes ayudarles, con Mario le he insistido en ese poso de que tenga que disfrutar y trabajar todos los días. Me quedo con el día a día, los entrenos que nos hemos pegado. La Copa es un recuerdo para los fotos, pero las personas son el día a día".

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