El Unicaja peleaba ya por reducir distancia en el marcador, el partido estaba perdido. Tras anotar una canasta meritoria en uno de esos arabescos que suele realizar para meterse entre brazos y piernas rivales, Jaime Fernández se echó la mano a la parte posterior del muslo derecho. Mala pinta, a tenor de las primeras impresiones en el seno del equipo malagueño.

El propio entrenador cajista, Luis Casimiro, decía que “es en el isquiotibial. La misma zona que Alberto Díaz. El dolor que tiene parece que es para preocupar, vamos a esperar. Tiene bastante dolor y puede ser problemático”. Sonaban bastante alarmantes las palabras de Luis Casimiro en el vestuario del WiZink Center. La perspectiva de perder a Jaime durante varias semanas, con la eliminatoria de cuartos de final de la Eurocup en el horizonte, es bastante descorazonadora, pero parece real. “Jaime está fastidiado, mañana le harán pruebas a ver qué tiene. Esperemos que si es microrrotura sea lo más leve para que esté apenas semanas fuera, pero tiene mala pinta”, eran las palabras de su buen amigo Dani Díez. La primera impresión entre sus compañeros era también mala.

Dentro de lo negativo, la lesión viene ante un parón para las ventanas. “Viendo la reacción, el dolor y que está cojo, a poco que tenga no podrá recuperarse para asistir. Ojalá, me gustaría que estuviera con España”, decía Casimiro cuando se le cuestionaba si implicaba una ausencia en la lista de Scariolo, que justamente se daba a conocer este martes. Jaime, junto a Colom y Sebas Sáiz, ha completado los 10 partidos clasificatorios para el Mundial a las órdenes de Sergio Scariolo.

Se aguardarán a las pruebas en las próximas horas para un diagnóstico más fiable, pero la percepción en la expedición cajista es que Jaime se va a perder algunas semanas de competición. Dentro de la malo, hasta el 3 de marzo, cuando se juega en Vitoria, no vuelve a haber partido. Son 16 días sin encuentros, algo inusual en plena competición, pero el parón y la temprana eliminación propician esta larga ausencia de partidos.

Con la reaparición de Carlos Suárez se aliviaba algo la enfermería. La ausencia de Alberto Díaz, al que se echó de menos en el WiZink Center, sí se prolongará en el tiempo más. Hasta mediados de marzo no se le esperaba en el mejor de los plazos. Se rompió el 2 de enero y se estimaron de 10 a 12 semanas de ausencia. Además, está el agravante de que es una zona en la que ya ha habido una recaída.