Al grito de "¡Campeones, Campeones!" vibraron los tres Mini Carpena que organizaron de forma conjunta la entidad de Los Guindos y la cadena Le Gran Café, quienes viendo la ilusión que había despertado el Unicaja en esta deseada participación en la Copa del Rey decidieron ampliar la fiesta a los locales de Teatinos y de El Palo. Además del ya conocido del Centro de la ciudad. Málaga sigue temblando debido a los saltos de los amantes de la pelota naranja y los que se han ilusionado con la gran gesta del conjunto que dirige el técnico Ibon Navarro.

Al famoso grito de campeones se unió el de vamos "al aeropuerto", mientras los aficionados que abandonaban los locales se preguntaban a qué hora llegaba el chárter del club verde y cómo se iban a organizar para realizar un recibimiento a la altura de las circuntancias. El título regresa a Málaga 18 años después y se convierte en el quinto título de la entidad verde.

Tras la finalización de los 40 minutos la fiesta se trasladó a la calle, donde los aficionados seguían gritando a los cuatro vientos que el Unicaja vuelve a ser campeón, porque este equipo acaba de demostrar que va a dar muchas alegrías. Se sucedían los abrazos e incluso saltaban las lágrimas, porque hay que recordar que la temporada pasada se sufrió bastante, por eso este premio tiene más valor aún. Tampoco faltaron los pitos entre los coches, nadie quiso faltar. En días como este hasta los aficionados del balompié disfrutan del deporte de la canasta.

Imagínense si Movistar hubiese dado el visto bueno a la apertura del Martín Carpena para disfrutar en familia de esta final de la Copa del Rey de Badalona 2023, la cual pasará a las páginas doradas del Unicaja, ya que Málaga entera se tiñó de verde y en los tres locales del Le Gran Café, denominados Mini Carpena, la gente veía el partido desde la calle, de pie y sin poder menearse. La marea verde también sumó, formó parte de esta gesta.