Unicaja

Momento de pisar el acelerador

  • Los test de Antequera evidencian que el Unicaja tiene muchos campos de mejora para llegar fino a la BCL, a la espera de los internacionales

  • Perry y Lima regresan a Málaga y estarán a punto para la Copa Andalucía

  • "Tenemos que crecer desde la defensa"

Carter bota el balón.

Carter bota el balón. / Unicaja B. Fotopress / M. Pozo

A 10 días del primer encuentro oficial de la temporada, en un punto de no retorno para acceder a la fase final de la BCL, el Unicaja aún se encuentra en un punto de cocción lejano al ideal. La pretemporada es en parte ficción porque las plantillas que se emplean distan de las verdaderas, hay cargas de trabajo y conjunción pendientes, pero también tiene una cuota de realidad. Dos test ante dos equipos de Euroliga como el Real Madrid y el Zalgiris han colocado ante el espejo a lo que hay por Málaga del equipo de Ibon Navarro, a la espera de las llegadas de los internacionales. Kendrick Perry y Augusto Lima ya se entrenará este miércoles con el equipo.

En los dos partidos el Unicaja evidenció que atrás tiene mucho campo de mejora. Se parte desde cero en la construcción del equipo, sin Alberto Díaz y Brizuela aún por Málaga. "Tenemos que crecer desde la defensa", insistía Navarro tras el partido contra el Zalgiris que cerraba el torneo. Tanto ante el equipo blanco como ante los lituanos no se vio una versión defensiva solvente. No hay que perder la perspectiva de que enfrente había clubes con licencia A de la Euroliga. Y también que Díaz, Perry y Lima pueden ser, perfectamente, los tres mejores defensores de la plantilla. También hay una carga de trabajo físico para estar finos la próxima semana. El equipo pareció algo pesado, que ya fue ya advertido por el entrenador, poco explosivo. Igualmente, algo blando en algunos lances.

En el tiempo hubo jugadores con pretemporadas apoteósicas, como la de Ray McCallum en 2017, que después no se sostuvieron en la campaña oficial. También a la inversa, jugadores que se arrastraban en la preparación y que cuando llegó el fuego real multiplicó su nivel competitivo. La experiencia dicta que hay que coger con alfileres lo que se ve en pretemporada. Es terreno para las sensaciones más que para las conclusiones (y, si las hay, para hacerlo con un asterisco). Quizá quien más ha chirriado en Antequera es Tyson Carter, jugando tramos como base, posición en la que se desenvolvió en San Petersburgo pero en la que no se acaba de sentir cómodo. El ex del Lavrio firmó en Antequera un acumulado de 3/18 en tiros de campo y 1/4 en libres. Se le vio ansioso por anotar, por dar algún pase definitivo, y se metió en un bucle que es de esperar sea momentáneo. No rehuyó la responsabilidad y siguió asumiendo tiros. Hay muchas esperanzas puestas en él para que dé un salto de calidad en el perímetro. Aseguró Navarro que la llegada de Perry le liberará. Lo cierto es que el equipo ha jugado más redondo con Djedovic en la posición. Y también el joven Álvaro Mena ha refrendado lo que apuntó ya en Lisboa. El joven base granadino ofreció frescura, desborde y algunas soluciones en momentos comprometidos. Sufre, lógicamente, ante cuerpos de profesionales. Pero tiene varias cosas de las que no se enseñan tras haber crecido y mejorado su físico en el último año. También Mario Saint-Supéry mejoró de un día para otro en el Argüelles, resguardado en la posición de escolta. Los minutos que ofrecieron los dos juntos en el tercer cuarto ante el Zalgiris ilusionan. Si hay problemas o bajas, ahí están ellos.

Kalinoski ha sido el exterior más regular junto a Djedovic. El americano ha mostrado parte de su catálogo, exhibiendo muñeca y también algunos registros que harán falta, como capacidad para jugar en el pick and roll. El bosnio parece todo oficio y debe dar consistencia y solidez, como un Will Thomas que ha ido elevando lentamente su ritmo. Es el prototipo de jugador diésel que entra en combustión en la competición, que usa los amistosos para ponerse en forma. Apuntes interesantes de Osetkowski, al que quizá se vea más de cuatro de lo que se esperaba cuando se le fichó. Ha mostrado muñeca (6/11 en triples entre Lisboa y Antequera), capacidad de jugar en el poste alto y bajo y algún pase interesante. Kravish es de los que suma silenciosamente, aunque tendrá que elevar el nivel de dureza. Barreiro ha tenido minutos, aunque ahora la competencia le subirá bastante. Ejim jugaba sus dos primeros partidos y, aunque ya conocía el terreno, lo hizo con pocos entrenamientos y también estuvo en modo aterrizaje.

En otra pretemporada normal no habría urgencias, pero en esta ocasión, además del problema arrastrado de las desesperantes últimas temporadas por el que se necesitan buenos resultados, hay un partido en el que no se puede fallar el viernes 23 de septiembre y otro, si se gana, el día 25. En los próximos días hay que pisar el acelerador para no tener un susto.

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