Hay equipos que evocan momentos pasados, efemérides que construyen la historia de un club. Es lo que le ocurre al Unicaja cada vez que el Limoges pisa Málaga. La Copa Korac, Ciudad Jardín, la épica frustrada, Boza Maljkovic y el Hemofarm un año después. Regresa el conjunto francés a la ciudad, esta vez al Martín Carpena (21:00, en directo en rtve.es), en un día donde el equipo de Luis Casimiro pretende poner en positivo su balance tras la derrota inaugural ante el Valencia y ganar al Estrella Roja, allanando el camino en el cierre de la primera vuelta del Top 16.
Es apenas el quinto enfrentamiento entre Unicaja y Limoges en su historia, el primero en Eurocup. Los dos primeros fueron aquellos 22 y 29 de marzo del 2000, los dos siguientes en 2014, en Euroliga. Han cambiado mucho las cosas, pero el nombre de la entidad francesa siempre es sonoro. Pasan casi 19 años de aquella final de la Korac contra los a posteriori historia cajista Marcus Brown o Frédéric Weis. Venía un reciente campeón de Euroliga, con Dusko Ivanovic en el banquillo en la primera final europea del club. No se alcanzó la remontada, pero queda irremediablemente en la retina del baloncesto malagueño.
Dani Romero, capitán cajista en la final de la Korac ante los franceses, recuerda ante todo el ambiente de Ciudad Jardín
Dani Romero, capitán de ese Unicaja y actual delegado de campo, recordaba la mística de aquel día en una entrevista para el club. "Se vivió con muchísima emoción. El estar en una final de una competición europea por primera vez, con todo el ambiente y contra un equipo histórico como Limoges eran todos los condicionantes para estar emocionado y vivirlo intensamente", explicaba el ex escolta, destacando ante todo el ambiente: "Era de mucho alboroto. El partido previo en Francia, la emoción de ver un pabellón lleno cantando la Marsellesa, venir con muchos puntos de diferencia pero transformar la decepción en ilusión... El ambiente previo de Ciudad Jardín como lo habíamos visto antes en otras circunstancias te traía recuerdos muy bonitos".
Ocurre que los años no pasan en balde, la evolución ha traído al Limoges y al baloncesto francés a la segunda línea. Aquí se baten el cobre y el conjunto de Nueva Aquitania, entrenado por François Peronnet, llega al Carpena con dos derrotas en su haber. Pasó al Top 16 con balance negativo (4-6), pero sus números no son ni mucho menos malos, especialmente en el plano ofensivo, con un 42% de acierto en triple en buena parte gracias a sus máximo anotador, el escolta Axel Bouteille (12.8) y el base Dwight Hardy (12.6) con un 50% y un 47.8% respectivamente desde los 6.75. Además, pese a los resultados europeos, en Liga remontan el vuelo y son octavos tras sumar cinco victorias consecutivas.
Destacan en el equipo de François Peronnet sus máximos anotadores Axel Bouteille (12.8) y Dwight Hardy (12.6)
Tendrá que trabajar también el Unicaja el juego interior, donde el físico de jugadores como Jerry Boutsiele o Damien Inglis pueden hacer daño. Seguirá Casimiro con la fórmula del doble pívot, juntando a Lessort y Shermadini, entre que regresa un Suárez que avanza poco a poco. Se vuelve a vestir Morgan Stilma, también lo hace Pablo Sánchez, ya que Boatright tendrá que esperar a ser inscrito para la segunda vuelta.
Fueron partidos semejantes los de Estrella Roja y Estudiantes, ambos dominados sin cerrar para acabar sufriendo. Nadie regala nada y Casimiro destacaba en sala de prensa la capacidad para seguir en la rueda del cuadro francés. Puede ser partido trampa, hay nostalgia en el ambiente pero sobre todo necesidades y se necesita al Carpena.
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