Unicaja

Rescatar a Josh Adams

  • El americano ha pegado un bajón en el último mes y con la previsible baja de Brizuela para mañana debe recuperar su mejor nivel 

  • Un 22% en triples (11/50) en los últimos 10 encuentros

Josh Adams, durante el entrenamiento del lunes.

Josh Adams, durante el entrenamiento del lunes.

Josh Adams es un jugador imprevisible, con tendencia a la anarquía. Se asumía cuando se le fichó que es un jugador irregular. Ofreció un rendimiento más o menos continuo en el primer tercio de temporada, pero en los últimos 10 encuentros su rendimiento ha bajado bastante. Casualidad o no, la reorganización del equipo, con Jaime Fernández más en el rol de base junto a Alberto Díaz, más la llegada de Brizuela, ha venido aparejada de una peor aportación de Adams.

En los últimos 10 duelos, Adams promedia 9.5 puntos con unos porcentajes pobres en tiros de dos (46%) y, sobre todo, en triples. Desde la larga distancia firma 11/50, un 22%. Había arrancado la temporada cerca del 40% pero ha bajado alarmantemente esa cifra y su productividad en general.

En ese cambio de rol, el americano también ha perdido también generación de juego. 1.4 asistencias reparte en esta secuencia cuando estaba por encima de tres. Su valoración media es de sólo 5 en estos 10 duelos. La idea que queda es que cuando Adams no está enchufado para la anotación es negativo para el equipo. Ha tenido en este tramo un par de partido brillantes, especialmente el de Andorra, en el que fue capital para ganar un partido que sin él hubiera estado difícil. Era un partido clave en el Top 16 y ahí estuvo. Fue de lo poco salvable, dentro de su caos, en la debacle ante el Estudiantes, pero antes y después no ha tenido continuidad.

En el partido contra el Andorra en el Carpena la semana pasada sí tuvo una buena actitud defensiva y se fajó pese a que no anotó ningún punto y acabó en valoración negativa. Fue peor su duelo ante el Baskonia, no sólo por su 1/9 en tiros de campo. Se le vio algo holgazán a la hora de bajar al balance defensivo y con un lenguaje corporal malo, como si le penalizara demasiado que no le salían las cosas. Seguramente jugó esos 20 minutos por la lesión de Brizuela.

No es que Adams hiciera jugar al equipo de manera óptima al principio de temporada, pero al estar más tiempo en contacto con el balón se sentía más involucrado. Ahora ha virado su rol más a ejecutor y alterna acciones en las que fuerza demasiado con otras en las que, por haber hecho eso antes, no se decide, como renunciar a algún tiro cómodo.

Con la previsible baja de Brizuela para mañana, la importancia de Adams se multiplica. Cuando Avramovic apenas contaba para la rotación, Toupane jugaba minutos de escolta de arranque, a veces compartiendo con Waczynski pista. Ante el Baskonia, los 80 minutos en los puestos de uno y dos se los repartieron Adams con Jaime y Alberto, que llevaron el partido en un ritmo adecuado para el Unicaja durante el grueso del choque.

Adams no jugó el partido de ida en Turquía por estar enfermo con un virus que le dejó KO. Ha sido el único partido en el que Adams no ha participado esta temporada. Jugó 33 de los 34 (sólo Gerun no se ha perdido ninguno) y en 32 de ellos partió como titular, fuera en la posición de base o de escolta, como hace últimamente compartiendo cancha con Jaime Fernández.

La situación de Adams es también aplicable a Thompson. Tuvo un pico en el que parecía asentarse, con un gran partido en Bursa y otro ante el Joventut, pero en los últimos cuatro encuentros ha bajado bastante de nuevo su producción. Era un jugador destinado a ser diferencial en la anotación y la creación interior. No lo está siendo.

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