Lo que ocurre en España es extrapolable a otros países con la decisión de la Euroliga. Se observa en el mercado de fichajes movimientos interesantes y audaces como no se recuerdan en la Eurocup. Quizá el más simbólico es el de Milos Teodosic. Era oficial a última hora de este sábado su fichaje por la histórica Virtus de Bolonia. Tras un purgatorio por problemas económicos en las categorías inferiores, ganó la pasada edición de la Champions y se mudó a la Eurocup. Un buen ejemplo de cómo los clubes que pretenden crecer miran a la Euroliga.

Sasha Djordjevic recluta a su mariscal de pista, Teodosic, con el que ha sido subcampeón del mundo, olímpico y de Europa. Tras dos años irregulares por las lesiones en los Clippers, volvió a Europa y sólo jugó en las ventanas con Serbia. La mítica entidad boloñesa, dominadora en Europa en el cambio de siglo, busca reverdecer viejos laureles. Y sube su apuesta.

La escuadra italiana fue la primera campeona de Europa con el formato Euroliga, con Ginóbili, Rigaudeau, Jaric, Andersen, Smodis y Griffith en sus filas. El síntoma de la Virtus, que ocupó el 11º lugar la pasada temporada en la Lega pero que por su título y su decisión de pasarse a la estructura de la Euroliga marca tendencia, es extensible a otros clubes. Hay movimientos interesantes.

Ya se relató la renovación del esqueleto del Unics Kazán, que este sábado anunciaba la contratación de un jugador de calibre Euroliga. Alex Tyus, que desde 2011 jugó la primera competición con Maccabi, Cantú, Anadolu Efes y Galatasaray, debutará en la Eurocup. El poderoso pívot americano ha firmado un contrato de una temporada con otra opcional con el equipo tártaro.

Quedan muchos huecos por rellenar aún en las plantillas, pero a buen seguro que nombres importantes seguirán integrando los planteles de los 24 conjuntos de la Eurocup, convertida de facto con los últimos movimientos en la segunda división continental.