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Trazos iniciales

  • Sensaciones contradictorias tras los dos primeros amistosos

  • La defensa, aspecto clave a corregir

Jaime Fernández lanza a canasta frente a la oposición de Ognjen Jaramaz.

Jaime Fernández lanza a canasta frente a la oposición de Ognjen Jaramaz. / acb photo

El Circuito Movistar ejerció de pista de despegue para el recién estrenado proyecto del Unicaja. En Guadalajara alzó el vuelo un equipo con desafíos ambiciosos en la ACB y en la Eurocup. En ambos escenarios debe recuperar un lugar del que fue despojado en la pista, precisamente donde tiene que amarrarlo. Tras algo menos de dos semanas de tajo con Casimiro, la plantilla pasó sus dos primeros exámenes.

De momento, a falta de cuatro amistosos más para iniciar lo serio, el pulgar marca hacia abajo a la hora de hacer balance. Quedan las dos derrotas, aunque se graban más algunos tramos continuados de inferioridad. Todo ante dos conjuntos que no están excesivamente más rodados -en algún caso el Movistar Estudiantes que en 15 días comienza la Basketball Champions League-, que bailaron en la parte baja de la tabla el curso pasado. Con renovados y pujantes equipos, sí, pero que aún deben ganarse el aplauso en el parqué.

Las sensaciones parecen contradictorias, aunque prevalece lo negativo. Bien es cierto, dicho sea de paso, que la muestra aún no es amplia para hacer un análisis profundo. No obstante, sí conviene apuntar los caminos que corresponde explorar y en cuáles se debería buscar una senda alternativa.

Hay un amplio margen de mejora en la defensa, donde se encajaron 92.5 puntos de media ante conjuntos sin un potencial anotador alto. Es cierto que en pretemporada estas cifras van al alza, aunque se antojan demasiadas concesiones atrás. "Solo hacemos las defensas que hemos trabajado, las de máximo esfuerzo", comentó un Casimiro tranquilo. Los segundos cuartos fueron los intervalos donde más se encajó, 26 y 31.

También hubo mal porcentaje desde el perímetro, con un 11/51 (22%) acumulado. Parece obvio que el cansancio de los jugadores tras el volumen de carga física, a los que le faltaba frescura en el tren inferior, emergió como decisivo. Existen buenos tiradores en el plantel, por lo que debería corregirse a corto plazo. Sí pone sobre aviso las pocas ideas en el plano ofensivo, que deben formar parte de la adaptación a un nuevo libreto. Queda bastante por empalmar a nivel colectivo.

En el aspecto positivo, quedaron destellos individuales a destacar. Alberto sigue de guardia y dos de los nuevos dieron muestra de donde pueden producir. Jaime Fernández estuvo lúcido en la dirección y Lessort sumó en la pintura y dio esa energía que le caracteriza. El galo debe ser un pilar también atrás. Precisamente en la pintura el equipo se mostró más fiable, con un 48/74 en tiros (65%). Cabe resaltar la reacción en la segunda mitad ante los burgaleses, que sirvió para sofocar un ciclón inicial. Un cambio táctico de Casimiro que resultó. El viernes, nuevo test para comprobar las evoluciones.

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