Unicaja

Una ACB en jaque

  • Más de 50 casos positivos en los últimos días y siguen aumentando los partidos aplazados

Un balón de la ACB en el pabellón Olímpic de Badalona.

Un balón de la ACB en el pabellón Olímpic de Badalona. / acb photo

La sexta ola del COVID-19, acrecentada con la aparición de la variante ómicron, está golpeando con dureza a la sociedad. Bien es cierto que el porcentaje de mortandad es bajo, pero el de contagios se ha elevado en las últimas semanas de manera radical. Por una razón u otra, pero vuelve a haber presión social. No es ajeno el deporte profesional a sus consecuencias, que también están siendo muy importantes. El fútbol, que representa con certeza el motor, no se escapa. La Liga de Fútbol Profesional informó de que en Primera y Segunda División hay más de 200 profesionales, entre futbolistas y otros integrantes de los clubes, contagiados. Una cifra que puede elevarse después de la Nochevieja.

Y no hay que olvidar que el organismo que preside Javier Tebas obliga a un antígenos diario y hará PCR generales a la vuelta de este pequeño parón. También está siendo azotado con crueldad el baloncesto, en este caso la ACB. Se han contabilizado cerca de 60 positivos en los últimos días y cerca de una decena de partidos aplazados, más lo que pueden estar por venir. Aunque el corte copero se retrasó hasta finales de enero, con la importante cifra de contagios va a ser complicado reubicar esos duelos. Hay equipos muy afectados como el Baxi Manresa o el Real Madrid, con más de una decena de afectados. Pero la nómina de clubes con algún jugador indisponible es alta. 

De momento está limpio el Unicaja, que está haciendo una gestión sobresaliente del asunto. No obstante, cabe recordar que pese a tomar todas las precauciones la situación es en algunas fases incontrolable. No hubo aún ningún susto en los cajistas, que sí vieron como se aplazaba su primer choque de la temporada. Hubo un brote en el Surne Bilbao Básket. No va a tener grandes problemas el conjunto de Fotis Katsikaris para encontrar un hueco en un calendario despejado, contando que no volverá a jugar la Basketball Champions League hasta el 26 de enero. 

Ahora bien, habrá que ver qué medidas se van tomando porque resulta imposible pronosticar qué puede pasar de aquí en adelante. Es muy probable que los contagios vayan a más, lo que puede obligar a decisiones drásticas a una ACB que ya está en jaque. No hay que olvidar que el CSD ya tuvo que repartir dinero para limar las pérdidas en la anterior campaña. Es una presión extra, aunque es cierto que la pandemia está dando poco respiro. Por ahora el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas establecieron el 50% del aforo para los recintos cerrados, es decir, los pabellones. Es un problema, pero no tremendo en algunos casos como el malagueño. Hay que recordar que al público le estaba costando regresar a los partidos y que no en tantos partidos se han sobrepasado los 4.000 espectadores en una instalación de algo más de 10.000. Habrá que ver cómo se desarrollan los acontecimientos, pero la situación comienza a ser cruda. 

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