Unicaja

Brizuela: de ir en muletas a meter 21 puntos

  • A principios de semana el vasco no podía casi andar por un esguince de tobillo y en Bilbao superó su tope anotador con el Unicaja

Darío Brizuela trata de marcharse de Thomas Schreiner.

Darío Brizuela trata de marcharse de Thomas Schreiner. / acb photo

Apenas podía andar Darío Brizuela a principios de semana después de hacerse un esguince en el tobillo izquierdo frente al Baskonia. Fue una acción bastante desafortunada al pisar a Diop y doblarse la articulación. Se mantenía positivo el vasco, que necesitaba de la ayuda de muletas para desplazarse. Es competitivo por naturaleza y le podía ver a sus compañeros ejercitarse. De hecho, llegó a dejar las muletas y se puso a hacer algunos tiros a canasta. "Yo juego la Copa aunque sea cojo", decía el escolta con la boca grande cuando se le cuestionaba por su estado. Apenas cuatro días después fue el mejor del Unicaja en la derrota en Bilbao y el que más estuvo en pista. 

Trabajó de manera intensa el jugador con los fisios del club, que tienen mucha parte de culpa de esta hazaña. Alcanzó su tope de puntos como cajista y también de tiros de dos anotados. Se fue hasta los 21 puntos (5/7 en la pintura, 3/7 en triples y 2/3 en tiros libres), dos rebotes y tres asistencias para 23 de valoración. Entró en el primer cuarto y desde entonces dejó muy buenas sensaciones. Dio canastas cuando más falta hacían, en esa garra habitual e inconformismo, en el buen sentido de la palabra, que le caracterizan. En su debe, como en el de la mayoría, ese -3 cuando estuvo en pista. "Bien, va bien", era sus escuetas palabras sobre cómo estaba el tobillo al descanso. Aún así, era difícil pensar que se tuvo que perder el duelo de Eurocup contra el Tofas Bursa porque era imposible que siquiera forzara. Recibió ese día la visita de su agente, Quique Villalobos, que también lleva los asuntos en la plantilla de Jaime Fernández y Adams. 

Si no ocurre algo inesperado Brizuela, que estuvo acompañado por un nutrido grupo de familiares en Miribilla (él nació en San Sebastián), estará en la Copa del Rey de Málaga. Será su segundo torneo copero después de salir del cascarón con el Estudiantes en la edición pasada. Curiosamente las dos las jugó como anfitrión. Perdió con el Real Madrid en cuartos en su estreno, casi sin posibilidad de competir. Nueve puntos y cuatro asistencias hizo ese día. Ahora el reto es de más calibre. Es una de las primeras espadas del Unicaja y una de las vías principales de anotación. Su llegada provocó un cambio de roles de Casimiro y su trascendencia en un equipo que nace desde el exterior es alta. Buen escenario para medirle. 

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