Emotivo minuto de silencio en el Carpena antes del Unicaja-Andorra del Top 16 para honrar a la memoria de Robert Archibald y Kobe Bryant, fallecidos hace unos días, a los 39 y 41 años respectivamente. También se lucieron crespones negros a modo de luto. Dos sucesos que han golpeado duramente al mundo del baloncesto en estos días, cada uno en una diferente dimensión lógicamente. El escocés pasó tres años en el club de Los Guindos, fue subcampeón copero ahora que se acerca el torneo, y dejó un grato recuerdo entre todos los que coincidió. Algunos todavía resisten, caso de los ayudantes Ángel Sánchez-Cañete, Paco Aurioles o Germán Gabriel. "Dejó huella en mucha gente, estamos orgullosos de él", decía su padre, Bobby. 

Ni impactó mucho menos la muerte del mito estadounidense en el vestuario del Unicaja, también conmocionado por el repentino adiós de la leyenda laker. Era un ídolo para muchos como Brizuela, cuyo apodo es por él, o Toupane, que llegó a enfrentarse a él en la NBA. "Fuiste todo para mí", llegó a escribir el vasco. También fuente de inspiración para otros como Deon Thompson o Josh Adams, que compartían bonitas reflexiones en torno a su figura en redes. Bryant coincidió también con Manolo Rubia, ahora director deportivo cajista, en Pekín durante los Juegos Olímpicos de 2008. Llegaron a hablar allí, como contaba el malagueño a este periódico. Todos le brindaron una bonita despedida a su manera sobre la madera del Carpena en unos segundos muy sentidos. Se hizo igual en todos los partidos de esta semana en la Euroliga y en la Eurocup por decisión de la organización.