Uno de los jugadores, de los pocos que quedan en activo, de la histórica plantilla que hizo al Unicaja campeón de la ACB está de vuelta. Uno que también estuvo en la Final Four de la Euroliga en Atenas. Kostas Vasileiadis vive su penúltima oportunidad y hace un mes se comprometió hasta final de temporada con el UCAM Murcia. Tras siete meses en el Al Sadd catarí, la sección baloncestística del club que en fútbol entrena Xavi Hernández, le volvieron a abrir la puerta de España. Es su quinto club en la Liga Endesa. Este sábado se reencontrará con los malagueños, donde estuvo en dos etapas, y con Fotis Katsikaris. Es el entrenador que mejor rendimiento le sacó, en Bilbao, y su relación con él va mucho más allá del balón naranja. 

Cuatro partidos jugó el griego con los murcianos, donde ya forma parte de la rotación. Su mejor fue en Sevilla, en su debut, cuando metió cuatro triples y 12 puntos. Esa mano no la pierde. Con 37 años todavía le queda cuerda. "Ahora mi depósito de gasolina está lleno y cuando un día me levante sin ganas de seguir lo dejaré, pero ahora estoy bien y preparado para ayudar al equipo. Con el paso de los años mantienes lo mejor y tienes más cabeza para interpretar los partidos y vengo a trabajar bien para estar lo mejor posible", decía en su presentación el alero, que quiere seguir en la élite. 

Estos meses son un buen baremo para ver si sigue en buen estado para competir al máximo nivel. "No tenía ninguna otra oferta y me pareció una oportunidad única de volver a España, que es como mi segunda casa, y aquí puedo jugar, disfrutar y también quedarme un año más en la mejor Liga de Europa", aseguraba Vasileiadis, que aprovechó hace unos meses para iniciar sus estudios como entrenador. Ya ha comenzado a sembrar para cuando deje de meter canastas. 

Le une una estrecha amistad con Katsikaris, que ahora vive su momento en Málaga. "Nos conocíamos de haber jugado contra él en la Liga griega, él en el AEK y yo con el PAOK. Después, con él como entrenador hemos trabajado en Bilbao, Tenerife y en la selección griega. Allí en Bilbao tuvimos una relación familiar, hablo ahora mucho de todo con él, pero también de cosas de entrenador, me ayuda con la experiencia que él tiene para aplicar algunos conceptos", decía a este periódico sobre el entrenador, padrino de su hijo mayor Giannis "Como persona es lo mejor, es un tío abierto, puedes hablar con él fácil de todo, te escucha como jugador. Pero como entrenador te exige muchísimo".