Vivir en Sevilla

Por qué el municipio sevillano de Camas se llama así

Vistas desde el Cerro del Carambolo.

Vistas desde el Cerro del Carambolo. / Europa Press

Camas es un municipio perteneciente a la provincia de Sevilla que se encuentra a tan solo 6 kilómetros de la capital. Lo que lo separa de ésta es, de hecho, el río Guadalquivir. Esta proximidad ha dado lugar a que la historia de estas tierras se remonten a la época en la que la actual ciudad hispalense comenzó a poblarse. 

Junto a la historia de su creación como municipio aparece la duda del porqué de su peculiar nombre que, aunque para los lugareños no resulte extraño, para quienes vienen de fuera les lleva a pensar en los catres de las habitaciones cuando lo escuchan. Hoy explicamos su origen en Vivir en Sevilla. 

Sus orígenes

Aunque sobre el lugar no existe historiografía anterior al documento que recoge el reparto de tierras tras la conquista de Sevilla en 1248 a cargo de Fernando III, los restos arqueológicos y la tradición popular han planteado una serie de hipótesis sobre los orígenes de estas tierras.

Los primeros indicios de asentamientos humanos en esta zona se fechan en el Paleolítico Inferior (desde hace unos 2,85 millones de años hasta los 127 000 años antes del presente). Así, estos primeros pueblos buscarían las pequeñas alturas de esta vega fluvial por temor a las crecidas del río, y esto explicaría los restos protohistóricos encontrados pertenecientes a un período que va desde el Paleolítico Inferior hasta el Calcolítico.

Posteriormente se han encontrado restos que muestran que se asentó en estas tierras la civilización de Tartessos gracias al hallazgo en 1958 de un tesoro en el Cerro del Carambolo. Este tesoro consistía en varias pecheras, láminas rectangulares decoradas y un collar con colgantes y aunque fue atribuido a esta civilización en la actualidad algunos arqueólogos han considerado que podría ser de origen fenicio. 

Su nombre

Durante la etapa romana se establecieron en estas tierras que hoy conforman el municipio de Camas varias villas dedicadas a la agricultura y al recreo aprovechando la cercanía con el río Guadalquivir. Más tarde esta alquería la ocuparían los musulmanes, concretamente un terrateniente llamado Ebu-Alkama.

Y es de ahí de donde partiría, precisamente, la denominación que en la actualidad se le da al pueblo sevillano. Sin embargo esta creencia tiene parte de leyenda y no se ha podido demostrar documentalmente que el municipio se llamara así por este hacendado musulmán. 

El nombre del pueblo no aparece recogido por escrito hasta la Reconquista en el siglo XIII. Permaneció como un realengo formando parte de la Mitación de San Juan hasta que en 1631 pasó a manos del canónigo sevillano Diego Arias Mendoza. En el siglo XVII , el Conde Duque de Olivares Gaspar de Guzmán adquiere Camas y va a pertenecer a sus sucesores hasta que la Constitución de 1812 suprima los señoríos. Por estas fechas a Camas le es reconocida su condición de villa.

Siglo XX

Hasta el siglo XX Camas es un área en el que la actividad que se desempeña es eminentemente rural pero su cercanía con la capital propicia la construcción, a finales del siglo XIX, de una vía férrea.

Este hecho da lugar a que durante el siglo XX Camas experimente, junto a Sevilla, un proceso de industrialización con el surgimiento de algunas fábricas. La consecuencia de esto es que la población de esta villa comience a aumentar y que ésta comience a dedicarse a otros sectores. En 1974, aún en dictadura, le es reconocida la condición de ciudad al municipio de Camas (anteriormente villa) y el grado de Excelencia a su Ayuntamiento. 

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