El Metro se convierte en una pantomima

El Ayuntamiento rechaza decidir el trazado hasta el Civil y la Junta cree que tiene datos para elegir

Susana Díaz y Francisco de la Torre, el pasado 27 de septiembre.
Susana Díaz y Francisco de la Torre, el pasado 27 de septiembre.

El Metro de Málaga empieza a ser una caricatura de sí mismo, una especie de pantomima en la que lo que se anunciaba como acuerdo no lo es. La incapacidad de las administraciones públicas implicadas en el proyecto, el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, por trazar una senda segura que garantice el avance de la infraestructura en el medio plazo volvió a ponerse de manifiesto en la tarde de ayer, en el marco de la enésima reunión técnica de las partes.

La misma, que buscaba progresar en una decisión consensuada sobre el trazado del ferrocarril urbano en superficie hasta el entorno del Hospital Civil, dada la coincidencia de las partes con la idea de llegar bajo tierra a la mitad de la Alameda Principal, acabó sin avance alguno. La realidad sigue poniendo en cuestión el supuesto pacto que el pasado 27 de septiembre escenificaron el alcalde, Francisco de la Torre, y la presidenta del Gobierno andaluz, Susana Díaz, y que, parecía, eliminaba todos los riesgos que se cernían sobre una infraestructura en la que ya se han invertido unos 600 millones de euros.

El consenso al que se dio publicidad pasaba por llegar de forma soterrada hasta la mitad de la Alameda Principal (la Junta renunciaba a la opción de atravesar esta calle en superficie hasta La Malagueta) y por prolongar en superficie el ramal de Carretera de Cádiz hasta el entorno del Hospital Civil.

Pero la anunciada coincidencia de los dos actores públicos se resquebraja. La comisión técnica de ayer representó, nuevamente, el alejamiento evidente que la Junta y el Ayuntamiento mantienen en la materia y pone en cuestión la plasmación de un acuerdo final sobre la llegada de los trenes del ferrocarril urbano a la zona norte a ras de calle.

Como venía anunciando días atrás el concejal de Movilidad, Raúl López, el equipo de gobierno del PP se sentó a la mesa sin tomar partido por una de las dos alternativas de trazado (una, por Eugenio Gross; la otra, por la Avenida de Barcelona y la Plaza Bailén) que le había trasladado la Consejería de Fomento y sobre las que, aseguran sus responsables, se debatió durante varios meses con los técnicos municipales, así como de la concesionaria.

López reclamó antes de tomar una decisión documentación técnica sobre la que sustanciar un pronunciamiento a favor de estas alternativas. "Si nos dan la documentación, bien; si no, será difícil que el Ayuntamiento, a dedo, pueda decidir sobre por dónde debe ir el Metro", expuso el edil del PP. La reacción del Consistorio se produce semanas después de que la Junta dejase sobre su tejado la elección del recorrido en superficie.

Para el Ejecutivo local, que condiciona su aval a esta intervención a que los vecinos le den luz verde, cualquier avance en esta materia debe contar previamente con los estudios oportunos. Por ello, incluso propuso una especie de comisión técnica específica de la que podrían formar parte Urbanismo, Movilidad, la Empresa Municipal de Transportes (EMT), así como la Junta y la concesionaria.

La dilación en la toma de la decisión causó ayer el malestar de la Consejería de Fomento. Su delegado territorial en Málaga, Manuel García, fue claro. "Esperábamos avanzar mucho más; entendíamos que el acuerdo era que el Ayuntamiento trajese esa propuesta, pero no lo ha hecho", dijo, al tiempo que hizo un llamamiento: "Exigimos al Ayuntamiento la responsabilidad que tiene con la ciudad, con el Metro, con los 600 millones ya invertidos para dar una solución definitiva; los ciudadanos están esperando una reacción de responsabilidad que nosotros queremos tener y le pedimos al Ayuntamiento que tenga".

Sobre la documentación que reclama el Consistorio, García dijo que las alternativas son conocidas por el Ayuntamiento y rechazó la idea de "partir de cero", haciendo hincapié en la necesidad de cumplir unos plazos temporales para alcanzar en 2017 la Alameda y el entorno del Civil. El próximo encuentro, fijado para el 7 de noviembre, se antoja clave en este asunto, aunque no parece que ninguna de las dos instituciones vaya a mover pieza.

La Junta insiste en la necesidad de tener una decisión sobre el trazado en diciembre, ya que en caso contrario ello podría afectar a los plazos marcados para poner en marcha la maquinaria administrativa. "Esto es un proyecto global, que tiene financiación múltiple", dijo el delegado, que recordó que la alteración de las previsiones podría "implicar problemas a la hora de recibir la financiación que está pendiente; todos tenemos que ser responsables, el Ayuntamiento también, no se puede poner de lado en este aspecto".

stats