Mejoría sin brotes verdes y con la sombra del paro

Los profesionales creen, en líneas generales, que lo peor ya ha pasado, pero que aún es pronto para cantar victoria porque hay mucho desempleo y reformas por hacer

Mejoría sin brotes verdes y con la sombra del paro
Mejoría sin brotes verdes y con la sombra del paro

La crisis empieza a tener fecha de caducidad y los ánimos, tras cinco años de continua decepción, comienzan a levantarse. Todos los expertos aseguran que la economía española crecerá el año que viene y, en este contexto, Málaga puede jugar un papel importante gracias al turismo. Los últimos en lanzar pronósticos favorables han sido Analistas Económicos de Andalucía, un grupo de estudios dependiente de Unicaja que en su último informe vaticina que la economía andaluza aumentará un 1,1% en 2014, por primera vez desde 2008, y que en Málaga se puede alcanzar un nivel similar. ¿Se puede hablar de que esta vez sí hay brotes verdes? Este diario se ha puesto en contacto con varios representantes de la vida económica y empresarial de la provincia y, en líneas generales, hay una prudente satisfacción porque, si bien posiblemente ya ha pasado lo peor, todavía se está lejos de poder decir que la crisis está definitivamente superada.

El principal freno es el paro. El último ejemplo ha sido el de Isofotón, que despidió a más de la mitad de la plantilla en junio y ahora ha amenazado al resto con el mismo destino. La tasa de desempleo, cifrada en el 34,3% este pasado jueves en la Encuesta de Población Activa que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), es una de las más altas de España y de Europa y así es difícil mirar hacia delante con optimismo. De hecho, hay informes realizados por expertos a escala nacional e internacional que apuntan a que, si bien España empieza a ser un mercado atractivo para los inversores -como demuestra el hecho de que Bill Gates haya entrado en el capital de FCC-, habrá que esperar hasta 2017 para que la tasa de paro se pueda reducir de forma significativa. Uno de estos estudios ha sido desarrollado por la consultora Ernst & Young. Uno de sus socios en España, Víctor Gómez de la Cruz, asegura a este diario que esa tardanza en la recuperación del empleo responde a que "el consumo interno no tira". En su opinión, Málaga tiene más posibilidades de crecer respecto a otras zonas por la pujanza del turismo o del Parque Tecnológico pero aún es pronto para echar las campanas al vuelo. "Hemos conseguido parar la recesión, pero no la crisis", dice.

Una cosa es el comportamiento de la macroeconomía y otra la traslación de esos grandes números a los bolsillos de las empresas y los ciudadanos. Javier González de Lara, presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), señala que "hemos iniciado la fase de recuperación a nivel general en asuntos como la tranquilidad de la deuda pública o la financiación del estado porque hace 15 meses estábamos al borde del rescate y ahora la situación es mucho más favorable". No obstante, el presidente de la CEM considera que hablar de brotes verdes "es muy aventurado porque queda mucho por hacer", ya que la microeconomía "sigue atenazando a los empresarios y ciudadanos". En este sentido, indica que "el reto de la recuperación total es posible, pero muy difícil porque no tenemos crédito, ni ahorro, ni inversión ni gasto público".

Jerónimo Pérez Casero, presidente de la Cámara de Comercio de Málaga, tampoco lo ve claro. "La única mejoría que se observa es en el turismo y el resto sigue igual de mal", afirma. Este experto señala que "no somos mucho más productivos que antes en nuestros sectores tradicionales" y defiende que, para crear empleo, sigue siendo necesario que el PIB crezca en torno a un 2%, por lo que el 1,1% previsto para el próximo año es exiguo. "Estamos mejorando pero eso no supone la creación de empleo que se necesita y difícilmente vamos a salir de la crisis hasta que no se arregle todo porque el dinero no se crea de la nada", añade.

Los jóvenes empresarios se muestran algo más esperanzados de cara al futuro, pero piensan que también hay que andar con cautela. "Mas que brotes verdes lo que sí tenemos es una mejor situación que hace unos años y eso es importante", explica Javier Noriega, presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Málaga (AJE), quien reclama una reforma fiscal que lleve aparejada un descenso de impuestos, desde el IBI hasta la cotización a la Seguridad Social, para que las empresas y los ciudadanos puedan tomar algo de oxígeno. "La gente quiere salir de la atonía y espera que se den las condiciones como la caída de impuestos o que fluya el crédito", subraya.

Antonio Herrera, secretario general del sindicato Comisiones Obreras en Málaga, no cree que haya motivos para la alegría, máxime cuando en la última EPA se han contabilizado 271.900 parados y el menor número de ocupados de la última década. "¿Dónde está la euforia de la recuperación de España que dice el Gobierno?", se pregunta, a la vez que critica que "un gran número de personas que optaban a su primer empleo han dejado de hacerlo, por efecto desánimo".

En cualquier caso, las alegrías o las penas varían en función de cada sector. En el turismo, por ejemplo, están muy contentos con el comportamiento de este año. "La ocupación está siendo muy buena. Estamos viendo además que están volviendo clientes de empresas que llevaban dos o tres años desaparecidos y eso significa que hay otra vez movimiento, aunque hay que tener en cuenta que la máquina es muy grande y hasta que se note va a pasar aún un tiempo", destaca Francisco Moro, vicepresidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos) en Málaga capital. La incertidumbre de los hoteleros se centra, por una parte, en recuperar los precios medios para ser más rentables y, en segundo lugar, saber hasta qué punto se quedarán en esta provincia aquellos "clientes prestados" que pensaban viajar a Egipto, Turquía o Túnez y que han decidido venir a la Costa del Sol por la inestabilidad política y social de esos países.

Otro segmento que empieza a ver la luz es el de las ferias y congresos. La directora del Palacio de Ferias de Málaga, Yolanda Aguilar, resalta que "desde septiembre venimos observando crecimiento respecto al año anterior tanto en número de empresas como en metros cuadrados ocupados. En congresos también tenemos más eventos cerrados para 2014 respecto a 2013, que está siendo mejor que 2012". "Creo que el crecimiento será sostenido y lento pero sí tenemos síntomas reales de recuperación", explica.

En el mundo de la hostelería la sensación es intermedia. Rafael Prado, ex presidente de la Asociación de Empresarios Hosteleros de Málaga (Aehma), afirma que "hemos tenido más trabajo este año pero no hemos vendido más". Incluso aunque la economía remontara, Prado hace hincapié en que "llevamos cinco años de crisis y hemos perdido mucho por lo que habrá que ir recuperando el terreno poco a poco y cada escalón que subamos hay que consolidarlo inmediatamente y eso cuesta".

Los que saben perfectamente lo que cuesta ganar un euro a base de esfuerzo y trabajo sacrificado son los agricultores y ganaderos, quienes no ven los brotes verdes por ningún sitio. José Gámez es el secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) en Málaga y afirma rotundo que "la situación es muy grave y vamos de mal en peor". Este agricultor reclama al Gobierno que dicte una ley para fijar unos precios mínimos a los productos en origen que permita garantizar las explotaciones y el futuro de esas familias. "No hay precios. Me da pena ver a un agricultor o ganadero que va al mercado y no le ponen precio a su producto, por lo que al final los malvende para sobrevivir. Estamos pasando el quinario además porque el coste de la luz o de los piensos está por las nubes", denuncia.

Los promotores y constructores tampoco están para tirar cohetes precisamente. Es el único sector, según Analistas Económicos, que caerá el año que viene y no hay visos de cambio a corto o medio plazo. Violeta Aragón, gerente de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga, reconoce que "en nuestro sector la situación sigue estando complicada porque no se ha empezado obra privada y la pública está bajo mínimos". Les ilusiona algo el hecho de que en Marbella se está acelerando la venta de inmuebles y suelo, "pero de forma muy leve y eso no ha llegado a las empresas ni los trabajadores de la provincia".

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