Málaga

Cómo seducir a Google solo con talento

  • Joaquín Cuenca y Bernardo Quintero crearon sin más medios que el trabajo personal empresas de éxito que vendieron a la multinacional Son los únicos españoles que han triunfado en el gran buscador

Ambos tuvieron una idea, la ejecutaron y Google se la compró. Bernardo Quintero y Joaquín Cuenca son los únicos españoles en la historia que han cautivado al gigante de Mountain View (Santa Clara, Estados Unidos). El primero le vendió en 2012 Virustotal, un servicio de registro y análisis de virus que había creado años antes en el seno de Hispasec, su primera experiencia empresarial. El segundo fundó el 28 de diciembre 2005 Panoramio, un portal de geolocalización de fotos que Google compró en 2007 para convertirlo en parte esencial de Google Earth. Los dos además viven en Málaga. Bernardo Quintero porque nació en Vélez y todo indica que no le gusta despegarse del terruño. Tanto es así que ha logrado que Google tenga ahora una sede en El Candado. Joaquín Cuenca es alicantino, pero ha optado por afincarse en la Costa del Sol.

Ambos podrían vivir solo de contarlo. Sin embargo miden dónde y cuándo aparecen. El martes pasado lo hicieron en la Hackers Week que organiza el Consejo de Estudiantes de la Escuela de Informática de la Universidad de Málaga. Bajo el sugerente título Cómo montamos nuestra startup (y Google compró nuestra idea) hicieron un apasionante recorrido por su trayectoria, durante el que desmontaron algunas de las reglas de oro más mitificadas en las escuelas de negocios.

Joaquín Cuenca, desde París, y Eduardo Manchón, desde Alemania, lanzaron en el año 2005 Panoramio, un portal en el que los usuarios de cualquier parte del mundo podían subir sus fotos y georeferenciarlas. A los tres meses les llegó un inquietante correo remitido por un tal Hanke desde Google. "Buscamos quién era y decubrimos que era vicepresidente". Se vieron con él en Madrid. Joaquín recuerda que antes del encuentro con este alto ejecutivo de Google tuvieron que aliviar con un poco de sake las dificultades con el inglés. Hanke los invitó a la Where Conference 2.0 en San Francisco. Cuando visitaron Google por primera vez Panoramio facturaba 500 euros al mes en publicidad. "Íbamos camino de ser mileuristas". Durante aquellos días en Mountain View llegaron a sugerir algunos problemas y soluciones que veían en Google Earth. "A las dos semanas habían implementado los cambios", cuenta aún sorprendido.

Diez meses después de fundar la empresa Cuenca dejó su trabajo en París y volvió a casa de sus padres para volcarse en Panoramio. Mientras fichaban en Málaga a José Florido para que se ocupara del diseño de la web. Recordaba el martes que fue su madre la que cogió el teléfono a John Hanke el primer día que les hizo una oferta para contratarlos. ¡Y dijeron que no! No querían perder las riendas de su proyecto. Al segundo intento sí hubo acuerdo. La empresa y ellos mismos quedaron dentro de Google. Joaquín Cuenca revive aún el asombro que le produjo ver que Panoramio asociado a la página principal de Google Earth. No estaba al tanto de ese detalle el día de su estreno. Tampoco el servidor que petó ocho horas después de su estreno.

Cuenca, Manchón y Florido siguieron durante unos años bajo el paraguas de Google, aunque finalmente rompieron los vínculos para perseguir otros sueños. Mientras Panoramio crecía y crecía al calor de los nuevos servicios de Google.

Joaquín está ahora al frente Thumbr.io, un portal de tratamiento avanzado de fotografías, y colabora con Manuel Gutiérrez y Alejandro Sánchez en Resultados de Fútbol y Freepik, firmas de internet ambas con sede en Málaga que ya tienen cada una 12 empleados.

La trayectoria de Bernardo Quintero tiene dos fases tan diferentes como complementarias. La primera fue de talento y sagacidad. En la segunda también hubo planificación. El martes pasado explicaba a un auditorio embelesado que en 1988 se topó por primera vez con un virus (ping-pong) y cómo en 1995, siendo un adolescente, conectó por primera vez su ordenador a internet. Tuvo que hacerse con un módem de "estraperlo" para sortear los controles paternos y se conectó a una línea gratuita para evitar que dejara rastro en la factura telefónica.

En aquellos años de conexiones escasas y analógicas PC Actual "era la biblia" y fue ahí donde conoció a Antonio Ropero. Le ofreció una colaboración semanal en la revista que enviaba a una lista de distribución. A alguien se le ocurrió decir que el mundo del virus y la seguridad era tan corto que no daba para un artículo mensual. ¡Para qué! Se comprometió a elaborar un artículo diario y Ropero le siguió. Cada día uno de ellos escribía sobre seguridad y virus informáticos. Esa información se remitía a una lista de distribución en la que figuraban las principales casas del sector informático. Así nació Hispasec. Un proyecto al que se sumaron Antonio Román y Jesús Cea.

Su primer cliente internacional apareció cuando una empresa les pidió comprobar su seguridad informática. Los llevaron a Madrid y los dejaron en una habitación con la orden de llegar a donde pudieran.

A la mañana siguiente habían conseguido acceder a su red local e internacional y al ordenador del presidente de la compañía, al que llegaron a grabar. El primer cliente nacional apareció cuando Quintero descubrió por casualidad un agujero en la seguridad de una entidad financiera.

Nacieron y crecieron sin plan de negocio, sin marketing y sin red comercial. Adaptando la actividad y los servicios a lo que pedía la demanda. En 1999 Bernardo Quintero reveló por primera vez sus planes: una web a la que cualquier usuario pudiera enviar ficheros sospechosos de contener virus. Tardó cinco años en ejecutar la idea y nadie se la copió. Así nació Virustotal, su gran éxito.

Desde el primer momento tuvo claro que la meta final era Google. Incorporó la tecnología del buscador, en 2010 buscó por internet y contactó con uno de sus empleados del área de malware y virus, incluso se leyó sus tesis doctoral y llegó a aplicar alguno de sus algoritmos, pero el feed back no era todo lo fluido que él quería. Ese primer contacto, sin embargo, le facilitó otro que sí mostró gran interés por la actividad de Virustotal y se mostró interesado en ser cliente. Bernardo Quintero, en cambio, le propuso intercambiar recursos. En aquellas fechas facturaba ya 75.000 euros.

En 2011 Virustotal identificó el origen de un virus que, desde China, había atacado simultáneamente a RSA, fabricante de armas estadounidense proveedor Departamento de Defensa, y a dos organismos oficiales de Estados Unidos. No sin dificultad logró que un periodista americano le creyera y publicara un artículo. Este fue un punto de inflexión importante que puso la empresa bajo el foco. Una agencia de seguridad estadounidense puso sobre la mesa la primera oferta de compra. Google entonces pisó el acelerador: compró Virustotal y se llevó consigo al equipo que lo conformaba: Emiliano Martínez, Alejandro Bermúdez, Julio Canto y Francisco Santos, con Bernardo Quintero al frente.

"Google era mi tiro a la luna. Mi sueño", confesaba el martes. La negociación de compra, llevada personalmente con la inestimable ayuda de unos libros comprados en Amazon, concluyó con la apertura de una sede del buscador en Málaga. El argumento de que era una manera cuidar la autonomía e independencia del servicio de análisis de virus fue suficiente para que Google aceptara tener oficinas con su marca en la Costa del Sol.

Por ahora la vida en El Candado transcurre conforme a la filosofía del gigante de Mountain View: desayunos americanos, piscina, jardín, vistas al mar y trabajo en equipo. ¿El segundo tiro a la luna? "Que esto sea la semillita que dé lugar a algo más grande en Málaga".

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