RAMÓN Morillas ocupa, a sus 24 años, dos cargos dentro de Izquierda Unida. Por una parte, es el coordinador del área de juventud del partido -con unos 350 jóvenes en el grupo-. Y, además, es el secretario político de las Juventudes Comunistas de España en Andalucía - que cuenta con 300 afiliados-, organización que está dentro de IU.

Morillas se afilió a las Juventudes Comunistas con 14 años en su pueblo, Torreodonjimeno (Jaén). Actualmente vive en Málaga, donde se trasladó para estudiar un ciclo de formación en Integración Social. "Cuando me afilié tenía claro que había que dar una respuesta a los problemas que teníamos. Mi hermana y mi familia me animaron, porque, digamos, hay cierta tradición familiar. Además, mis padres me educaron sabiendo que algo que es tuyo también pertenece a un colectivo. Con una perspectiva de ver la vida más allá del análisis personal, eso a las comunistas nos une", cuenta. Morillas prefiere usar el femenino para refirse a todo el colectivo en defensa del feminismo.

"En ese momento vivíamos en las vacas gordas, y había que hacerle ver a la gente que eso se iba a acabar". Dice que "hay que darle a los jóvenes las herramientas para luchar por los derechos que les han sido arrebatados". "El miedo al cambio es algo instaurado por el Gobierno, que ataca los pensamientos de la gente, el mismo miedo que se tenía 40 años atrás con el fraquismo", sentencia . "Hay que abrir los ojos, sobre todo para tener capacidad de debate".