Carmen castilla. secretaria general de ugt andalucía

"Voy a gestionar este marrón, pero no voy a pedir perdón por algo que yo no he hecho"

  • La nueva líder del sindicato, investigado por Alaya, asume el reto de recuperar la imagen de la central. "Estoy deseando que su señoría tome diligencias", dice.

Mediodía del viernes. Por los pasillos de la sede de UGT Andalucía anda Francisco Fernández Sevilla, pregunta por Carmen Castilla (Écija, 1968), la mujer que ha tomado el timón del barco del que se bajó en noviembre azotado por el escándalo de las facturas falsas. Apenas duró seis meses en el cargo desde que le diera el pase Manuel Pastrana, el factótum de las siglas UGT en la comunidad durante 16 años. Tras compartir un café distendido, quiere despedirse. Está enfrascada en varias entrevistas. Es la cara de la semana. La perfecta desconocida que salta a la primera línea. El único cambio que se percibe en el despacho es una foto familiar: "Es mi padre, me acompaña a todas partes". Diplomada en Enfermería, licenciada en Psicología, en Derecho, doctora en Salud Mental, varios premios, un máster... Preparaba la carrera judicial cuando la llamaron para la Ejecutiva en mayo. Su currículum sobrepasa con creces la media sindical y política andaluza. De trato cercano, responde rápida, casi espídica y ante la peliaguda tarea que le queda por delante se le ve ilusionada. Va a dar juego.

-Como en la canción, ¿qué hace una mujer como usted en un sitio como éste?

-Me la cantaron ayer. Los ideales y los valores. Esto es vocación también, no sólo la enfermería. Yo tenía un cargo muy bueno de responsable de Atención a la Ciudadanía del Virgen del Rocío y del Macarena, un trabajo muy bonito de relación con asociaciones, trabajadores sociales y ciudadanos. Aunque estuve 20 años en la medicina interna en Sevilla, soy de cambios. Es un momento histórico, no sólo por la situación del sindicato, que ya ha vivido tiempos malos antes, sino porque es la primera vez que una mujer es la secretaria general de UGT en Andalucía. Pedían alguien que no tuviera un pasado, que hiciera una ruptura con lo anterior, alguien preparado y mujer. Creo que todo el mundo debe estar contento.

-La vocación le puede llevar a comprometerse con una organización pero ¿a ponerse en el disparadero con UGT bajo la lupa judicial y de la opinión pública?

-Esto ya lo hicieron otros antes. Realmente, no tengo nada que ver con esa situación ni con esa investigación judicial. Mi Ejecutiva se ha renovado con la llegada de tres nuevos miembros y ninguno ha estado en las anteriores a las que se les achaca estas presuntas irregularidades. Es el momento idóneo de limpiar UGT, la cara y sus siglas. ¿Es posible? Sí, pero va a ser un trabajo muy duro, que supondrá un esfuerzo grande de mi Ejecutiva. El lunes tenemos la primera reunión.

-Dígame qué va hacer.

-Hay dos claves fundamentales: una es ver en qué estado está la investigación y cómo vamos avanzando. Se nos achaca lentitud pero esto lleva un tiempo con los miles de folios que hay que leerse... Y quiero que sea exhaustiva. Le recuerdo, por otro lado, que toda la documentación está ya en sede judicial. Por esa parte estoy tranquila: su señoría [la juez Mercedes Alaya] tiene todo lo que tiene y ahora es responsabilidad suya, de quien coge las diligencias, para eso es su trabajo. A mí me tocará pedirle responsabilidades sindicales, que son las que me competen.

-Si tienen una comisión de investigación será porque creen que han hecho cosas mal. ¿La va a mantener abierta o no?

-Sí, sí. Es lento, porque hay que revisar mucho. Está claro qué tenemos que ver qué es lo que ha pasado. Ayer, me resultó muy impactante, cinco minutos después de salir elegida, un periodista me preguntó si iba a pedir perdón.

-Y usted dijo que era un día de alegría. O sea un "déjame que disfrute hoy que mañana ya me comeré el marrón". Mañana ya es hoy.

-Le voy a decir una cosa: por algo que yo no haya hecho no voy a pedir perdón. Y yo no he hecho nada.

-Pero representa ahora las siglas de una institución que tiene sobre la mesa un serial de escándalos y un sumario abierto.

-Si se demuestra que mi institución ha hecho algo con conciencia y voluntad, que es lo que diferencia el dolo de la imprudencia, yo en nombre de mi organización pediría perdón. Pero por favor que me dejen tomar las riendas del sindicato.

-Algo mal habrán visto en sus cuentas cuando han devuelto ya 25.000 euros a la Junta.

-Y Francisco Fernández fue el primero en pedir perdón y dijo que para él fue una sorpresa muy desagradable descubrir lo de las facturas de la Feria. Está ahí, se ha pedido perdón. Por supuesto si descubro más... No me gusta lo de no me temblará el pulso. Yo voy a ser firme.

-Por la investigación que tiene abierta, el Gobierno andaluz cifra en 1,8 millones de euros la devolución que pide a UGT-A en concepto de facturas falsas.

-Facturas falsas no es el concepto. Eso corresponde a 2010. Al parecer en una primera revisión la Junta lo dio por bueno. Los programas se conceden, se ejecutan y luego se justifican. Si falta algo, se vuelve a pedir documentación para subsanar ese error u omisión. Según me comentan, para la Junta en 2010 estaba todo bien, pero ahora parece ser que lo están revisando de nuevo, que están en duda que esos 1,8 millones de euros no están bien justificados. Eso no se ha resuelto todavía. Desde que saltó la noticia tras el Consejo de Gobierno ha habido una serie de especulaciones y se ha dado como resuelto que UGT tenía que devolver 1,8 millones de euros y que probablemente ascendería a 7 millones de euros. Pero no tenemos ninguna resolución en la mesa... No digo que no llegue el lunes, pero hoy no está. Y si llega ya veremos qué estrategia seguir.

-¿La tiene diseñada?

-Sí, pero permítame que primero lo exponga en la Ejecutiva. Ése es uno de los puntos que trataré de tocar el lunes, aunque hay veinte mil. Nos estamos focalizando en esto y no digo que no haya que hacerlo, pero mi tarea fundamental es recuperar la credibilidad.

-En este caso se cuestiona la relación del sindicato y la Junta. ¿Ha tenido ya oportunidad de hablar con la presidenta?

-No, todavía no.

-La Junta ha criticado en público que había poca colaboración de UGT en esta investigación. En su primer discurso, pidió transparencia y lealtad a Susana Díaz.

-Claro, si nos lo pide, nosotros a ella también. Desde la Ejecutiva que salió en mayo no entiendo que se nos achaque que somos poco colaboradores. Me quedo perpleja. Hemos dado un cambio de rumbo. Si la Junta me pide más colaboración, se la voy a dar toda, ¿cómo me voy a negar? Si es en beneficio propio, de los dos. Supongo que a eso se refería la presidenta. Pero no basta con decir constantemente "transparencia". Los hechos son los hechos y yo me siento responsable de lo que me siento responsable.

-Entonces, no se siente responsable de lo que hereda pero le toca gestionarlo.

-Voy a contar un secreto: yo me estaba preparando para la judicatura. Conozco la ley y el sistema jurídico perfectamente y es una de las cosas que más valoro de España. A veces cuando tenemos sentencias que no nos gustan parece que falla pero yo le tengo mucho respeto al sistema judicial español. Por eso digo que va a empezar una nueva etapa. Yo no puedo heredar las cosas que se han hecho mal. ¿Hereda Susana el problema de los ERE?

-Yo no puedo responder a eso.

-Tendrá que gestionarlo. Y yo voy a gestionar este marrón. No voy a amilanarme.

-En diciembre se expulsó de UGT a Laureano Conde como autor del borrado de archivos contables. ¿Hay copia de esos archivos o no?

-La documentación de UGT está toda. Ya sea en soporte papel, en la Fudepa (Fundación para el Desarrollo de los Pueblos de Andalucía), un archivo histórico donde está toda la historia de UGT. Y luego la documentación la tenemos: en papel y en soporte electrónico.

-En esta casa y en sede judicial.

-En sede judicial está todo. Estoy deseando que se tome ya alguna determinación judicial. Como pasó con el caso de los ERE y el PSOE.

-Las facturas falsas es una investigación paralela a los ERE.

-No tiene nada que ver. Por parte de UGT, en los ERE creo que no ha habido ningún beneficio propio por parte de nadie...

-No es el caso del ex sindicalista Juan Lanzas.

-Ex sindicalista (subraya el prefijo). Ni lo conozco ni mucho menos.

-¿En qué va a quedar los ERE?

-Creo que está resuelto ya casi y por el último paso de la jueza imagino que lo elevará en breve a instancias jurídicas superiores.

-¿Ha hablado con Cándido Méndez?

-Esta mañana. Al comité extraordinario vino Javier Cubillo, del confederal. Se quedó gratamente sorprendido por el 83% de apoyo.

-El sector crítico al final no votó en contra.

-Los críticos tomaron la palabra en el comité y dijeron que conmigo no tenían ningún problema y que probablemente me hubieran propuesto. Van a estar conmigo. Y por eso dije: "Se acabó los críticos".

-¿Cómo va a recuperar la transparencia que exige la ciudadanía?

-Tenemos las cuotas de nuestros afiliados y luego los sindicatos reciben programas que hay que realizar acompañados de un presupuesto: se contratan personas, se realizan actividades y tienen una memoria justificativa. Tenemos una web y una buena idea sería explicar la trazabilidad del dinero público. Y si hay programas que no se pueden realizar y es imposible, pues devolvemos el dinero.

-¿Lo va a plantear el lunes?

-No, esto ya lo hemos hecho: "Usted (Junta) me está diciendo que tengo que terminar el 30 de diciembre, pero me da la subvención el 27 de noviembre y tengo que hacer programas de tres meses: dígame usted cómo lo hago".

-O sea, que el uso indebido de dinero público se ha propiciado por el propio sistema impuesto por la Administración.

-El origen no lo sé. El mundo administrativo es tan complejo.

-Los sindicatos afrontan una pérdida constante de afiliados.

-Hay una pérdida de afiliación en general. Por experiencia propia sé que había compañeros que se afiliaban cuando estaban trabajando y cuando terminaban el contrato de tres meses se desafiliaban. En la contención del gasto familiar consideraban la cuota un gasto superfluo. Luego hay bajas por la desafección, pero aún no las hemos cifrado. Andalucía es muy grande y no me importa pateármela en busca del afiliado. Ésa es la estrategia: devolver la credibilidad no es que yo diga tres mensajes bonitos, es convencer al afiliado de la empresa del motor que ve sus derechos laborales recortados. La estrategia no es estar en estos conflictos internos.

-Se ha publicado que no ha sido nunca liberada sindical.

-Lo fui un año, muy de base.

-Es una figura que suele provocar recelo. Arrastran fama de tangados.

-Le voy a hablar de UGT, porque tiene un doble problema: tenemos a cuadros sindicales que están soportando verdaderos insultos en el centro de trabajo. Las bases lo están pasando muy mal porque a todo lo que está saliendo en prensa, suman la lucha de la empresa diciéndole "mira lo que hace tu sindicato, eres un vividor". Esto acrecienta esa figura de tangado, del que no cumple el horario, el que no aparece cuando hay un problema en una negociación colectiva... Lo primero es motivar nuestros cuadros sindicales. Creo que estaban deseando una nueva persona que pudiera romper con todo lo que estaba ocurriendo en UGT. Esto no va a evitar el reguero de informaciones negativas por los años previos a nuestra entrada, pero a mí me toca hacer las cosas de forma diferente. Todo lo que está saliendo en los medios está ya en sede judicial. Yo no tengo que explicar nada que salga publicado. Tengo que hacer muchas cosas para trabajar por mi sindicato y si me preguntan por tal o cual información diré: "Mire usted, esto es parte de la documentación que está en sede judicial y su señoría es la competente en este tema".

-¿Se plantea UGT-A otro ERE?

-Eso lo tenemos encima de la mesa. Y lo plantearé en la Ejecutiva del lunes sin más dilación. La gente que pensaba que era mucho mejor un congreso que un comité no sabe que una gestora tiene unas competencias muy delimitadas: no puede gestionar un ERE o no puede negociar el próximo acuerdo de concertación.

-Ha pasado también por la política local en Écija. ¿Qué recuerda de aquello?

-Fue una experiencia muy bonita, pero la política local es muy dura y se mezcla los problemas personales con los políticos. Y si es a nivel regional, pues bueno. Pero si es en tu pueblo donde viven tus siete hermanos, siete cuñados, tu madre, 22 sobrinos y además todos con raza vikinga tienes que estar controlando a todos. Me tuve que ir del PSOE voluntariamente y fundé un partido independiente.

-¿A día de hoy es militante socialista?

-Sí. Volví a casa. Pero en Amate.

-¿Le molesta que le comparen con Susana Díaz? La jugada ha sido similar.

-No. No ha sido un modelo copiado, ha coincidido. Es un honor que me comparen con ella porque la mujer es muy trabajadora y valoro que le ha tocado lidiar con un marrón... Me toca reconstruir pero el marrón que tiene ella en el PSOE por los ERE es gordo. Me molesta la comparación de manera despectiva.

-¿Quién es su aliado aquí dentro?, ¿por quién llega aquí?

-A Francisco Fernández no lo conocía, a Pastrana sí. Estoy aquí por un conjunto de razones. Fui liberada en 2009-2010, en el sector de sanidad y trabajé mucho. Coincidió que estaba terminando Derecho y los recursos de reposición y todo el papeleo lo hacía yo. Fue una práctica buenísima. Y por eso se acordaron de mí para la secretaría de Políticas Sociales e Igualdad en mayo. Ni me lo pensé. Por eso digo no tengo padrinos. Han dicho más cosas. Está bien que hayan venido tantos detractores en tan poco tiempo porque eso significa que molesto. Han dicho en Twitter que si Enfermería es una carrera o que si he trabajado fuera del sindicato...

-Se ha puesto en la primera línea. Está en la picota.

-Lo bueno de pasar por la política local y la gestión sanitaria es que aprendes mucho. Y sí tengo mucho genio, no sé si es bueno o es malo.

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