El resto del tintero

Sin deshielo en el Parlamento

  • Susana Díaz y Teresa Rodríguez dejan constancia de su falta de sintonía. La de Podemos le llama "gobernadora de la colonia" y la presidenta, antigua, presa de la dialéctica de los bloques.

LA sesión se preveía tranquila, la presidenta Susana Díaz salía de cuentas ayer y nadie quería llevarse un disgusto. El presidente del PP, Juan Manuel Moreno, le desea "lo mejor en la fase final de su embarazo", y Susana Díaz se lo agradece. De verdad. No ocurre lo mismo con la líder de Podemos, Teresa Rodríguez, que le da las gracias por su asistencia, y Susana Díaz le responde: "¿Por qué? Es mi obligación".

En efecto, no hay buena relación entre la presidenta y Teresa Rodríguez, queda constancia en cada encuentro. No hay deshielo a la vista a pesar del calor de Sevilla y de los abrazos que Obama se está dando con todos los países del eje del mal. Sólo le falta juntar las Coreas. Rodríguez comparó a la presidenta con la "gobernadora de una colonia", una mandada de los Estados Unidos porque acepta sin protestas la ampliación del contingente permanente de soldados norteamericanos en Morón. El nuevo despliegue obedece a la expansión del terrorismo yihadista y las diversas marcas del Estado Islámico por el Sahel y, en especial, en Libia, un Estado fallido desde que los aliados derrocaron a Gadafi.

Rodríguez quería saber si el Gobierno andaluz solicitó la participación de la Junta en la delegación negociadora de esta modificación del tratado, como así prevé el punto 2 del artículo 240 del Estatuto de autonomía. La respuesta es que no, que no se ha solicitado la intervención, aunque Díaz sí se ha interesado por el desarrollo y por la repercusión en el empleo y no lo ha hecho porque la defensa nacional no es una competencia de la Junta sino de la nación. El Estatuto andaluz, ese émulo del catalán, es en muchos sentidos contradictorio, y también en éste porque autoriza a que la Junta solicite la participación en los tratados internacionales que afecten "directa y singularmente" a la comunidad, pero a renglón seguido, y en otro punto, habla de aquellos que se puedan "celebrar" en el ejercicio de sus competencias. Los dos entrecomillados también aparecen en el Estatut.

La empresa de mantenimiento de Morón ha acometido tres ERE desde 2010, y ha reducido la plantilla desde 549 trabajadores a los 320 actuales. Díaz admitió que tampoco está contenta con el resultado del tratado pero sí apoya al Gobierno, "a éste y al que sea", en materia de seguridad nacional. Pero Teresa Rodríguez no para, critica la "esclavitud militar" y Díaz le contesta que su discurso es antiguo, de hace 30 años, de Sánchez Gordillo, de los bloques y de las marchas a Rota. "Señora Rodríguez, los tiempos han cambiado, en Washington ondea la bandera de Cuba y Estados Unidos firma acuerdos con Irán", le espeta la presidenta.

Teresa Rodríguez tiene una voz dulce, va un poco de niña buena para esconder una dureza natural desplegada en las movidas anticapitalistas. "Soy de Rota, y recuerdo cuando era niña, en 1985, que en la crisis de los misiles de Rota, la gente decía bueno, pero de algo hay que comer, y ahora no eso", señala.

La sesión no dejó lugar para saber qué tal sigue la relación personal entre Susana Díaz y el líder de Ciudadanos, Juan Marín, y es que los posibles socios se olvidaron de registrar la cuestión y se quedaron sin interpelar. La bisoñez.

El presidente del PP, Juan Manuel Moreno, iba a preguntar a Susana Díaz por las altas cifras de desempleo, pero no era un día propicio para machacar. La Encuesta de Población Activa es muy buena para la comunidad, uno de cada cuatro empleos se crean en Andalucía, aunque la tasa sigue por encima del 30%, el 30,98%, aunque el diferencial con la media española ha bajado a ocho de los tradicionales 10 puntos. Susana Díaz anuncia, como si lo supiese, que el desempleo bajará en julio del millón de personas en Andalucía, es un objetivo que persigue desde hace un año y que se ha venido resistiendo. No obstante, Juan Manuel Moreno le pide que no se conforme con ello, un millón es mucho, Díaz lo sabe, pero necesita cubrir objetivos psicológicos. Juan Manuel Moreno es un buen parlamentario, también va, como Teresa Rodríguez, de niño bueno, en extremo educado, inalterable, lo que le vino muy bien en los dos debates de la campaña electoral de las andaluzas, cuando Susana Díaz se pasó de Susana Díaz.

Antonio Maíllo, dirigente de IU, también pregunta. Maíllo habla bien, es uno de los mejores parlamentarios aunque sus cinco diputados no le dan para mucho. No obstante, y esto es lo importante, la resistencia de IU en Andalucía a la desaparición podría llevar a Antonio Maíllo a dar un salto a la escena nacional si su amigo Alberto Garzón no encabeza la lista de Ahora en Común. Y si, finalmente, IU va en Ahora en Común, ésos que Podemos ha llamado "pelagatos".

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