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La comuna de París

  • 'Los pasajeros del viento', que comenzó en 1979, lleva más de cinco millones de ejemplares vendidos y elevó el estándar de calidad del cómic de aventuras

Una página de la obra de Bourgeon.

Una página de la obra de Bourgeon.

Uno de los nombres propios de la historieta europea, François Bourgeon, regresa estos días a librerías con el primero de los dos libros que compondrán La sangre de las cerezas, tercer arco argumental de la monumental serie de ficción histórica Los pasajeros del viento. Comenzada en 1979 en las páginas de la revista Circus, Los pasajeros del viento es una obra maestra que revolucionó la bande dessinée y elevó el estándar de calidad del cómic de aventuras, merced a un cuidadísimo trabajo, tanto visual como literario. Con más de cinco millones de ejemplares vendidos en todo el mundo, el conjunto de la obra ha sido traducido a una veintena de idiomas y goza de un enorme prestigio crítico; no en vano, con el primer álbum de la serie, Bourgeon obtuvo en 1980 el Premio al Mejor Dibujante en el festival de Angoulême.

El arco argumental inaugural, por así decirlo, lo componen los primeros cincos libros: La fille sous la dunette (edición en álbum en 1980), Le Ponton (1980), Le Comptoir de Juda (1981), L'Heure du serpent (1982) y Le Bois d'ébène (1984), todos ellos incluidos en el magnífico volumen integral disponible en el catálogo de Astiberri (que incluye, además, siete páginas antes inéditas en castellano y diversa información adicional). Se narran aquí las aventuras de Isabel de Marnaye, una joven rebelde que, disfrazada de hombre, se embarca en un buque de la armada francesa a finales del siglo XVIII. La crudeza de la navegación, los horrores de la guerra y la crueldad de la trata de esclavos se entrelazan con las peripecias emocionales de la protagonista, poliédrica y apasionante, vitalista, contradictoria, defensora de la libertad y de su propia independencia.

En 2009, veinticinco años después de la publicación del quinto álbum, Bourgeon sorprendió a los lectores con los dos volúmenes que componen La Petite Fille Bois-Caïman (La niña Bois-Caïman en la edición integral de Astiberri), la impresionante continuación de la saga, protagonizada por Zabo, la biznieta de Isabel, con la trata de esclavos durante la guerra de Secesión estadounidense como telón de fondo.

Superados los sesenta años, Bourgeon se esmeró (como siempre) en el apartado gráfico y nos ofreció uno de sus guiones más densos y emocionantes hasta la fecha, digno de un novelista, en lo que parecía ser el punto final de Los pasajeros del viento. Por fortuna, no ha sido así. El año pasado, la editorial Delcourt daba a imprenta este primer libro de La sangre de las cerezas, de nuevo protagonizado por Zabo, que ahora se llama Clara y vive en París. Allí, su camino se cruzará con el de la bretona Klervi, en un Montmartre ensangrentado por la terrible represión que ha sufrido La Comuna. En palabras del autor, "quería hablar de la Comuna de París, que ya no se enseña en la escuela y de la que ya casi nadie sabe nada, cuando fue la peor masacre jamás perpetrada en París". El resultado es un tebeo imprescindible, una auténtica virguería que nos devuelve al mejor Bourgeon en su serie más emblemática.

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