13 de marzo, 13 de marzo. La fecha se repite en la cabeza de los malaguistas como un bucle. Parece un siglo, apenas quedan tres semanas. Todos querrían jugarlo ya, la ansiedad carcome. Pero toca aterrizar de nuevo en la Liga. Y de qué manera. No hay tiempo para el relajo. A la vuelta de la esquina espera el Betis. Y la semana que viene vendrá el Atlético de Madrid a La Rosaleda. El viaje a Pucela completará el trío de enfrentamientos previos a Oporto, si bien son los otros dos los que encierran más chicha. Porque serán decisivos de cara a consolidar la candidatura europea a la espera del "sí" del TAS y porque el nivel que opondrán permitirá comprobar si el equipo de Pellegrini llega en buen tono competitivo para la cita más importante de su historia.

Si el Oporto demostró un nivel alto, el listón se mantendrá en un nivel similar en los próximos partidos. El Betis no anda muy fino últimamente, lleva siete partidos oficiales consecutivos sin lograr el triunfo, pero está a sólo seis puntos de los blanquiazules. En casa aprietan y pueden volver a asirse al carro de la Champions batiendo al Málaga. La lectura es doble, puesto que podrían quedarse a nueve (más el average) en el caso de que los blanquiazules se llevaran el triunfo del campo bético.

El Atlético de Madrid anda más lejos, once puntos por encima del Málaga. Suena utópico intentar pillarlos. Además, tras su eliminación de ayer en la Europa League, pondrán sus cinco sentidos en su gran objetivo de la temporada, lograr un plaza en la Liga de Campeones, más aún si pueden evitar la fase previa. Si bien puede ser un simulacro perfecto para el choque contra el Oporto. Se juega en La Rosaleda, el cuadro de Simeone se emplea con mucha intensidad y física y tiene hombres de calidad y resolutivos arriba.

La plantilla tendrá que cambiar el chip, no obstante. Sobre ello habló ayer Joaquín, que reconoció que será difícil sacarse el encuentro europeo de la cabeza. "Todavía estamos pensando en el partido. Nos fuimos con la sensación de que en el campo no vimos al Málaga que estábamos acostumbrados a ver. Nos encontramos a un Oporto muy agresivo, con mucha presión desde muy arriba. Pero nos fuimos conscientes de que, aunque tuvieron el balón casi todo el partido, crearon pocas ocasiones y marcaron un gol, pero en fuera de juego", señaló el gaditano, que precisó que la plantilla no puede "despistarse en la Liga porque es importante el partido de Sevilla".

El propio Joaquín habló bien de sus ex, de los que destacó su "magnífica temporada", pero avisó del nivel a domicilio de los blanquiazules: "Nosotros llevamos una racha buena fuera, donde el equipo está manteniendo un nivel bueno, hemos ganado en Mallorca y Valencia en las últimas salidas".