Hacía tiempo que no jugaba un partido de competición europea Carlos Cabezas. De su etapa en el Unicaja se le recuerdan fantásticas actuaciones en Tel Aviv, aquel día en que saltó la alarma de La Mano de Elías porque llevaba 45 de valoración, récord de la pista, en Moscú o Estambul. Ayer revivió sensaciones en su nueva etapa en Hungría, con el Alba Fehervar. Fue en la FIBA Europe Cup, la segunda competición de la esfera FIBA, en un nivel más modesto. Pero el malagueño sigue disfrutando de este deporte y se gustó en un partido en el que su equipo se jugaba el primer puesto del grupo ante el los israelíes del Ironi Ness Ziona. Perdió 80-96.
Cabezas firmó 19 puntos (2/3 en tiros de dos, 4/6 en triples y 3/5 en libres), tres asistencias y dos rebotes para ser el jugador más valorado de su equipo (18) en 23 minutos en pista. Especialmente brillante estuvo en un tramo del primer tiempo en el que metió varias canastas de calidad. Pese a la derrota, el equipo húngaro, por el que Cabezas firmó a mediados de enero, pasará a cuartos de final.
Carlos Cabezas 1:0 Father Time! 🔥 Huge first half for the veteran! #FIBAEuropeCup @BaloncestoESP pic.twitter.com/jSg1EvpBKq
— FIBA Europe Cup (@FIBAEuropeCup) 5 de febrero de 2019
Temía Cabezas que la inactividad de los últimos meses pudiera lastrarle, pero rápidamente se ha puesto a tono. A su lado se desplazó a Székesfehérvár, la ciudad en la que está su equipo, a 65 kilómetros de Budapest, Frank Naundrup, preparador personal, con el que ha acelerado la puesta a punto. Ya en el último partido de la Liga de Hungría metió 10 puntos y repartió siete asistencias. Aún le queda cuerda al base malagueño.
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