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Coronavirus en Málaga: La desesperación de los nadadores

  • Málaga es sede del Cento de Tecnificación con las mejores promesas andaluzas, pero quedarse en la Fase 0 implica que no se puede trabajar en Inacua

  • "Tardaremos 20-30 semanas en recuperar el nivel de antes del parón", explica Xavi Casademont, entrenador

Perspectiva de la piscina exterior de Inacua Málaga.

Perspectiva de la piscina exterior de Inacua Málaga.

La natación fue uno de los primeros deportes, en clave malagueña, en los que se vieron el efecto del coronavirus. A Paula Ruiz y María Claro no se les permitió competir con la selección española en Israel y fueron devueltas a España el 5 de marzo, casi 10 días antes desde que se decretara el estado de alarma. Las piscinas permanecen cerradas desde entonces y ellos afecta al grupo de nadadores de élite que dirige Xavi Casademont en el Centro de Tecnificación que la Federación Andaluza tiene en Inacua

Sede de campeonatos nacionales e internacionales, habitual lugar de concentración para nadadores de países nórdicos y centroeuropeos en período invernal, Inacua permanece cerrado y, al quedar Málaga en fase 0, no se han recibido los permisos para reabrir la instalación para que los nadadores de alto nivel regresen a trabajar. Los deportistas pueden hacer ejercicio ya en la calle y nadar en el mar, pero las particularidades de la natación lleva a que esté un tanto desesperados por no poder utilizar, con todas las medidas de seguridad, las piscinas.

"Estamos desesperados", explica Xavi Casademont, también técnico de la Federación España: "Hay cosas que no se entienden. Se juntan 300 personas en 20 metros cuadrados en el paseo marítimo. Ya mismo se va a poder ir a los bares y está bien porque la sociedad necesita respirar, que la gente salga y se puede vivir y que la economía se active. Pero no entiendo por qué no podemos estar 8-10-15 personas en una piscina, donde las distancias son grandes y está demostrado que el Covid-19 no se transmite en piscinas cloradas".

"En una piscina las distancias son gigantes", explica el reputado entrenador catalán, asentado en Málaga desde hace décadas: "Podemos hacer dos turnos de 10 nadadores, hay dos piscinas de 50 metros y una de 25. ¿Cuál es el problema? Varias calles sin nadie más. He mandado una propuesta al CSD para explicar el protocolo que haríamos aquí en Inacua. Entramos por una puerta lateral, no están ya los del mantenimiento, no usamos vestuarios, dejamos los zapatos en la calle, llegamos con mascarillas, la piscina está con la dosis justa de cloro".

En el Centro de Tecnificación de Inacua hay 15 nadadores jóvenes a las órdenes de Casademont. Además de las citadas Paula Ruiz y María Claro, especialistas en aguas abiertas, están los también malagueños Ángel de Oña, Carlota Torrontegui, Laura Rodríguez y Jacques Anaya. El resto son de otras provincias andaluzas (Córdoba, Sevilla, Granada, Huelva). Se da el caso, por ejemplo, de la prometedora onubense Alba Vázquez, campeona del mundo junior, que está en su casa pero no puede nadar en la playa porque en Huelva capital está prohibido y no ha podido desplazarse a otra zona del litoral. En Córdoba, Sevilla y Granada capital no está la opción del mar.

"Hay algunas comunidades, como en Galicia, en la que en Fase 1 el Centro de Tecnificación puede reabrir. Sales a la calle a correr, pero son nadadores. A un jugador de baloncesto si le dices que el balón no lo toques puede mantenerse en forma, pero no está trabajando como debe, igual con la natación. No vamos a hacer judo en una sala de 20 metros cuadrados. Es un espacio gigante una piscina", señala Xavi Casademont, que explica didácticamente cómo afecta a un nadador no estar en el agua: "Cuando regresemos será ya con la vista en la temporada 2020/21. Harán falta 20-30 semanas para ponernos al nivel que teníamos. Para un nadador de alto nivel, estar parado un día equivale a que recuperar el nivel cuesta entre 2.4 veces y 3 veces el tiempo parado. Ahora estaríamos en 27 semanas para recuperar como lo dejamos. Nos vamos a octubre o noviembre. Cuesta entenderlo a la gente, pero la natación se hace en un medio hostil al ser humano. Todo el mundo sabe correr desde niño, ese niño no es capaz de nadar hasta que se adapta al medio. El ser humano para moverse lo hace en vertical. Para la natación es fundamental, no nos sirve igual trabajar fuera del agua, es un complemento, pero no es sustitutivo. Vamos a tardar mucho tiempo. Después, todos estos que nos han abandonado correrán para hacerse foto con los olímpicos".

Sobre cómo viven adolescentes o muy jóvenes esta situación, Casademont apunta que "al principio con mucha desesperación, pero después tuvieron una fase de concentrarse en lo que había que hacer en el trabajo diario, sorprendentemente bien. Ahora que ven la luz, muchísima impaciencia. Son chicos y chicas de 18-19-20 años y se dan cuenta de las cosas. Se preguntan cómo van a abrir los bares antes que las piscinas, cómo se podrá antes emborracharse que nadar". Según el técnico afincado en Málaga tanto Paula Ruiz como Alba Vázquez también han recibido insultos cuando han salido a correr. "No hay derecho. Un deportista DAN (de alto nivel) no tiene por qué ajustarse a los horarios establecidos, tiene libertad para salir. Ellas lo son y no hay derecho a que les insulten por correr en la calle".

A los nadadores se les ha hecho ya un test serológico para estar preparados en el caso de recibir el OK, pero hay que recibir los permisos para abrir Inacua y la Residencia Andalucía, donde se concentran los no malagueños. La natación se impacienta para volver a la piscina.

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