Europa se recuperó justo a tiempo para la batalla final del Mundial, donde sólo quedan ya cuatro supervivientes de los 32 equipos que iniciaron el torneo. Alemania, España y Holanda mantuvieron en alto el nivel europeo frente a una Sudamérica que se desinfló en los cuartos de final, donde sólo Uruguay pudo clasificarse para semifinales.

El fútbol de la Conmebol logró un hito histórico al ubicar a sus cinco representantes en octavos de final y a cuatro de ellos entre los ocho mejores. Europa tiene 13 cupos. Sin embargo, tres cuartofinalistas sudamericanos dijeron adiós entre el pasado viernes y el sábado. Holanda derrotó a la gran favorita al título, Brasil; Argentina cayó con estrépito ante Alemania, y España ganó a Paraguay. Sólo Uruguay representa a Sudamérica en la lucha por un título que deberá ganar si no quiere que se rompa el maleficio que persigue a los equipos europeos fuera de su continente, donde nunca pudieron hacerse con el trofeo.

Europa se aseguró al menos un representante en la final. Será España o Alemania. La primera la disputarán mañana Uruguay y Holanda. Españoles y alemanes reeditarán la final de la Eurocopa de 2008, pero en circunstancias muy diferentes. España, que ganó hace dos años (1-0), se encuentra por primera vez desde 1950 entre los cuatro mejores de un Mundial. No alcanzó aún el nivel de juego con el que deslumbró en la Eurocopa, pero aprendió a sacar los partidos adelante incluso pasando apuros. Alemania sufrió un profundo cambio generacional y se enfrenta a los españoles con su equipo más joven en los últimos 76 años y con claro ánimo de revancha.

Pese a sus títulos en 1930 y 1950, Uruguay, el último de los equipos en clasificarse para el Mundial, es a priori el menos potente de los cuatro semifinalistas. Pero como dijo su seleccionador, Óscar Washington Tabárez, su triunfo sería "una sorpresa con antecedentes históricos". "Porque algún vínculo debemos tener con todos aquellos campeones", dijo el seleccionador de la celeste. Sólo un triunfo uruguayo el 11 de julio en Soccer City podría evitar que Europa deshaga a su favor el empate 9-9 en títulos mundiales que tiene con Sudamérica, algo que no sucede desde que Alemania pusiera un 3-2 en 1954.

Pero para eso, los uruguayos tendrán primero que derrotar a una Holanda que dejó de lado el preciosismo para concentrarse en la efectividad. "No hay tantas diferencias entre América y Europa", dijo Vicente del Bosque. Sesenta partidos quedaron ya atrás. Entre el frío y las vuvuzelas, hubo sorpresas y decepciones. Por primera vez, el anfitrión se quedó fuera del Mundial en la primera fase, Italia y Francia dijeron adiós antes de lo esperado y Brasil cayó por segunda vez consecutiva en cuartos de final. Argentina no alcanza las semifinales desde hace 20 años, al igual que Inglaterra, que ni con Fabio Capello y su fórmula del éxito pudo pasar de octavos.

Al Mundial le queda sólo una semana y cuatro partidos. Las dos semifinales, el tercer y cuarto puesto el próximo sábado en Puerto Elizabeth y la gran final del domingo en Johannesburgo, en el estadio más impresionante de África, el Soccer City. Sólo puede ganar uno. ¿Logrará Europa romper su maleficio? Tiene tres balas y Sudamérica, una. La incógnita se resolverá dentro de poco.