El Málaga entrenó ayer en el Arroyo de la Miel y al término de la sesión comparecieron Fernando y Hélder, dos hombres que tenían bastantes cosas que decir. El primero porque se ha recuperado bien de su lesión y el segundo por su suplencia ante el Atlético de Madrid. El malagueño, que apunta a titular contra el Athletic de Bilbao la próxima jornada, dijo encontrarse en perfectas condiciones, pero no se adelanta a los acontecimientos. "Mi idea es estar disponible y que el entrenador pueda contar conmigo", aseguró el ex bético. Por ahora, la intención del mediapunta es quemar las etapas pertinentes y seguir con su progreso: "Las sensaciones son buenas, me encuentro bastante mejor y contento por estar dentro de la dinámica del grupo". El canterano no se marcó fechas, pero parece que estará listo en breve. "Soy optimista, a ver cómo sigue evolucionando el tema del hombro durante la semana, pero me quedan siete días para mejorar. En principio los plazos que nos pusimos se están cumpliendo", espetó un sonriente Fernando.

Sobre lo sucedido en el Calderón, el futbolista quitó hierro a la derrota y declaró que no es el salvador del equipo. "Tenemos que mejorar todos, esto no ha hecho más que empezar y no hay que pensar que un jugador va a cambiar la dinámica del grupo", valoró. Lo que si desea con ganas es pisar el césped de La Rosaleda enfundado en su nueva camiseta. "Tengo muchas ganas de debutar en casa, más en un partido muy bonito ante un rival histórico como el Athletic de Bilbao. Seguro que habrá un buen ambiente en el estadio y sólo queda que culminemos con una victoria", señaló. Otro sueño para Fernando sería "ser el autor del primer tanto del partido, pero siempre y cuando el equipo consiga puntos".

Por su parte, Hélder no le dio importancia a no ser de la partida ante el conjunto colchonero la pasada jornada y apeló al trabajo. "Yo hago mi trabajo como siempre. Lo que tengo que hacer es continuar así para poder jugar. No me sorprendió ser suplente, las cosas pasaron así y ahora vamos a ver". El central espera ganarse la confianza de Tapia. "Tengo que mejorar y trabajar bien para que el míster pueda contar conmigo otra vez", dijo el portugués.