Infierno de hielo

Arde a seis grados el corazón futbolero de San Petersburgo. Se dudaba en el momento del sorteo si al favoritismo del Milan en el grupo C le hacía sombra el Zenit; ahora peligra hasta la Europa League. El partido es dramático para ellos. Aleksandr Diúkov, magnate de Gazzprom que da sentido al estatus del cuadro ruso, no está para bromas. Manuel Pellegrini no se lo toma como unas vacaciones, pero casi. Llega el Valencia el sábado, ese partido sí que le da jaqueca. Hay un compromiso deportivo, económico y moral en el Petrovsky, pero los deberes están hechos. Ser primeros es un premio, merecido viendo lo que han hecho los cuatro equipos. Al chileno le da igual confirmarlo esta noche o en la sexta jornada, aunque está feo decirlo en voz alta. Hasta perdiendo hoy y el 4 de diciembre seguramente lo fuera. Por eso Joaquín y Saviola lo verán desde el sofá de casa. Y puede que Isco bajo una manta en el banquillo. Es un privilegio de grande rotar en Champions cuando faltan 14 equipos por clasificarse. El premio por haberlo hecho tan bien en los cuatro primeros partidos.

Ayer incluso hubo jornada de turismo por la preciosa San Petersburgo. Los gorros típicos contra el frío y el escudo del Málaga en el pecho, caras sonrientes. Suena poco profesional; la ironía es que puede que resulte la fórmula necesaria para el desbloqueo del conjunto blanquiazul. Claro que por el momento el bajón liguero ni se ha asomado por Europa. En la Liga de Campeones los de Pellegrini continúan inquebrantables, ambiciosos, recaudadores. 3,5 millones por los diez puntos y otros tantos por el pase a los octavos de final. Le viene bien soltar músculos y presión al Málaga en esta racha de calendario como lata de sardinas; la pena es el cargante viaje: diez horas entre ida y vuelta, dos climas bien distintos, falta de tiempo para rellenar plenamente el depósito para el sábado.

Otra cosa distinta son las garantías del once que presente Pellegrini, que pinta absolutamente fiable atrás, con todos los puntales disponibles, y experimental arriba. Duda, Seba Fernández y Santa Cruz apuntan a titulares para dar descanso a los que lo necesitan de forma urgente. Firmeza y hambre, la combinación tampoco pinta mal.

Claro que el Zenit lo dará todo. De cómo apoyará su afición poco más hay que decir. No asustan los petardos, tampoco hay dudas sobre el aguante de las gargantas en las gradas cuando su equipo lo precisa. Para colmo, Danny está al fin engrasado y vuelve Hulk tras el susto que se llevó con el secuestro de su hermana. Las piezas al fin encajan en el esquema de Luciano Spalletti. Se ha acercado a su velocidad de crucero en Liga, en Europa se sigue esperando a ese equipo que todos temían por su chispa arriba y su alegría combinativa. Ellos necesitan el triple de puntos que el Málaga. Además, solo para seguir soñando, les quedaría otra victoria contra el Milan. Los blanquiazules pueden celebrar la fiesta casi a bajo cero o al calor de Martiricos.