No se exagera si se afirma que Bernd Schuster tiene un equipo nuevo. Tres de los cuatro refuerzos invernales, Pablo Pérez, Amrabat y Iakovenko, disponen de un denominador común: son jugadores de la segunda línea con un perfil muy ofensivo (Rescaldani es más 9 puro). Comoquiera que en el fútbol moderno son los ocupantes de esa demarcación los que dan una dimensión más al juego de ataque, de un plumazo prácticamente el técnico alemán se ha encontrado con un nuevo barco. Estas incorporaciones hacen que su plantel tenga una fisonomía más parecida a lo que reclamó en verano para explotar su libreto. Si tras la cirugía estética del verano comenzó un Málaga distinto, el Málaga 2.0, ahora llega esta actualización, llamada a mejorar las prestaciones.

Aún tendrá que debutar el centrocampista ucraniano para que la afición complete sus primeras impresiones acerca de los nuevos. La irrupción de Armabat, sin duda, resultó fulgurante. Junto con Duda, fue el mejor jugador en el campo en el partido contra el Sevilla. Mostró recursos que hacían falta en la plantilla: explosividad, potencia, regate, juego de espaldas... Le toca refrendar en los próximos encuentros su buen hacer, aunque parece que de no mediar lesión tiene un sitio fijo de partida en el once. La banda izquierda parece ser la ocupación asignada.

Justamente da la sensación de que ocurre lo contrario con Pablo Pérez. Ha jugado ante Valencia, Barcelona y Sevilla y en ninguno ha ocupado una demarcación fija. Desde medio centro a mediapunta, incluso dejándose ver por la banda derecha, el argentino necesitará tiempo de adaptación a la Liga española; era muy canchero en Newell's, algo que con el vertiginoso ritmo del fútbol español le puede llevar a ocupar demasiado terreno y acumular mucha fatiga en transiciones tanto ofensivas como defensivas. Con el paso de las jornadas se verá si Schuster apuesta por él desde el inicio o lo ve más apropiado como revulsivo.

A la espera de calar el rendimiento de Iakovenko, ha existido otro beneficio en la plantilla con los nuevos que han llegado. Los que estaban ven que ahora es más difícil tener minutos en el equipo y tienen que aumentar su trabajo para que Schuster no les deje en el olvido. Se pudo palpar en el encuentro del sábado: Amrabat hizo un gran partido, pero mejor aún resultó el de Duda, que siguió reivindicándose para seguir siendo titular. Y con respecto a los que estaban en el banquillo, tanto Samu, entre los que ya estaban antes, y Pablo Pérez, uno de los nuevos, salieron para aportar un gol y una asistencia, respectivamente.