Stefan Markovic es uno de los tres capitanes del Unicaja, junto a Fran Vázquez y Carlos Suárez. Oír a su entrenador poner en duda sus ganas y su profesionalidad encendió al base serbio. Tras hablar con su representante en España, el ex jugador cajista Quique Villalobos, éste colgó un comunicado en su cuenta de Twitter. Con elegancia, buen gusto y tacto medido, pero la respuesta pública de uno de los capitanes del equipo al entrenador es un escenario inusual, sobre todo en la era Joan Plaza. Hay jugadores que no han comulgado con sus métodos o sus palabras, pero no lo han hecho evidente o público con sus palabras.

Markovic, que firmó dos años con el Unicaja en el verano de 2014, poco antes de ser subcampeón del mundo con Serbia, jugó el año pasado infiltrado con frecuencia. Venía con la etiqueta de ser un jugador frágil físicamente. Al menos eso se respondía en Valencia cuando se preguntaba por sus cualidades. Pero sólo se perdió cinco partidos en una temporada. En estos días se ha deslizado desde el club que el jugador está pensando en el Preolímpico de Serbia, del 4 al 10 de julio, y que por eso mide sus esfuerzos. Aunque Djordjevic, seleccionador serbio, ha mostrado su predilección por él, la competencia en el equipo serbio es alta y qué mejor manera de estar a punto para tal cita que jugando. Apenas quedan ya 10 partidos de temporada para el Unicaja más los hipotéticos del play off. No demasiado para ponerse a punto. Markovic cumple contrato en junio. En diciembre, antes de su lesión, no hubiera habido dudas sobre la voluntad de continuidad de ambas partes. Hoy es algo que está muy en el aire.