La rueda de prensa de Joan Plaza recordó a la de hace un año en Madrid. Como si el tiempo no hubiera pasado, el técnico catalán se presentó en la sala de prensa del Palau para hablar de un claro 2-0 en su contra. Apeló al orgullo de los suyos y al apoyo de los aficionados para que el miércoles, este Unicaja pueda estirar la serie un partido más y mantener vivas las escasas posibilidades de alcanzar la final que existen ahora mismo. "Primero hay que felicitar al Barcelona, igual que pasó en el primer partido. Han jugado a un mejor nivel, al que no hemos podido llegar. Por lo menos esta vez hemos llegado al partido, el otro día no estábamos al nivel acorde de estos dos años de trabajo. Hemos estado 10 abajo y balón para acercarnos en el último cuarto, podíamos haber ajustado. Pero haciendo un 34% en tiros de dos es difícil ganar a nadie, si no te mueves cerca del 50% es difícil competir con nadie, mucho menos contra el Barcelona, que también tiene parte de culpa de ese porcentaje", señaló el técnico catalán.

A pesar de la derrota, Plaza quiso mandar un mensaje a los aficionados de cara al duelo del miércoles. "Sabemos lo que representa para nosotros el Carpena, lo que es Málaga. Hemos estado 21 semanas líderes, y sería un gran premio, lo justo, para mis jugadores y el staff ganar al menos un partido de esta eliminatoria. Para los 8.000 que vienen siempre y para los 11.000 que puede venir el miércoles. En Málaga se debe ser del Unicaja a las buenas y a las malas. No hay que pensar en la gran montaña de ganar tres partidos sino en remontar este tercer partido. Debemos dar una gran imagen de nuestro buen equipo, acorde a nuestro nivel, destacó".

Parar tirar de optimismo, el entrenador del Unicaja recordó lo ocurrido el año pasado en la eliminatoria contra el Real Madrid. "Tenemos una gran experiencia, del año pasado con el 2-0 que nos volvimos de Madrid. No hubo desastre como en el partido del viernes, pero todo el mundo recuerda el partido que jugamos el tercer día y cómo competimos hasta llegar a la prórroga en el cuarto partido. Hay una experiencia previa para pensar que el equipo no tiró la toalla nunca. Hemos perdido sólo dos partidos en casa en toda la temporada. Hay la humanidad suficiente en el vestuario para sentarse y pensar sólo en eso. Vamos a morir con los pantalones puestos", afirmó.

Él mismo es consciente de la dificultad que entraña este 2-0, pero tiró de ironía para analizarlo. "Muchos pensarán que el Barcelona está ya en la final, aunque las estadísticas están para romperse. ES un porcentaje ínfimo, pero el Unicaja hace tiempo perdió 2-0 con el Alicante y ganó tres seguidas para ir a semifinales. Depende de la cualidad humana de todos tus jugadores. Hay una roca primera, después habrá una segunda y una tercera si vamos levantando. ¿Podemos jugar la final? Sí. Y a mí me gustaría medir 1.95, ser más fuerte y tan guapo como Robert Redford, pero no puede ser. La única realidad es que somos un equipo que hace dos temporadas no jugaba Copa ni play off. Ahora jugamos semifinales, seguimos en el Top 16 y hay una evolución. No hay varitas mágicas, sólo paciencia", aclaró el técnico.

Cuestionado por los errores de su equipo, se puso al lado de sus jugadores en ese sentido. "La suerte que tiene el público en general es que los entrenadores no tenemos un Winchester al lado o una escopeta de vaqueros de mi época de cuando echaban Bonanza. Jugamos con seres humanos, no hay la premeditación de equivocarse. Ni les digo nada, ni ellos a mi cuando yo hago un mal análisis de una situación táctica. No se puede hacer más. Pero debemos saber que no se pueden perder tantos balones, ellos tienen talento para subsanarlo, nosotros no", concluyó.