51 y 39 años son las edades de Andoni Goikoetxea y Juan Ramón Muñiz. Dicha distancia no es óbice para que el vizcaíno no haya tenido una relación futbolística con el asturiano. En la temporada 99/00, en la que el Numancia hizo historia al experimentar su primera vivencia en Primera División, el hoy técnico del Hércules mandaba en el banquillo. Entre otros, daba indicaciones al que mañana dirigirá a su rival en Liga. "Muñiz era de esos futbolistas que un entrenador siempre quiere", es el recuerdo del vasco. Está todo dicho.

Agonizaba la carrera como central del asturiano y emergía la de Goikoetxea como entrenador cuando el destino quiso juntarlos en la gloriosa campaña del Numancia, cuya modestia no le impidió defender exitosamente su permanencia en la élite (acabó decimoséptimo). Muñiz fue indiscutible en aquella campaña y sólo las sanciones le apartaron del once inicial soriano. "Como futbolista, Muñiz era ejemplar. En un año memorable tras mantenernos en Primera, él fue artífice de ese éxito. No se lesionaba nunca, nunca dejó de jugar un partido y siempre se cuidó muchísimo. Era un profesional de verdad y una gran persona", señaló ayer el preparador del Hércules.

Su clara admiración por el Muñiz futbolista ha derivado actualmente en el deseo de una misma exitosa carrera en los banquillos. "Ahora como entrenador está llevando lo que fue como jugador. Es de los que uno se alegra por que le vaya bien y triunfe en esto del fútbol. Fue un buen alumno, si se puede decir así", desgranó Goikoetxea.

Las lisonjas del entrenador del Hércules no se quedaron en Muñiz, sino que se ampliaron a sus jugadores. "Hablar de Salva es hablar de gol. De Baha ya me habló fenomenalmente Pichi Lucas, que me dijo que, si había alguno que metía la pierna en la Ponferradina, era él. Están Peragón y Calleja, desequilibrantes, Carpintero, Hidalgo y Paulo Jorge, que es un gran futbolista. Tiene un equipo muy compensado, pero, ojo, que les vamos a ganar", manifestó.