Con la derrota y el fallecimiento del padre de Pellegrini no se acabaron las malas noticias en San Sebastián. Poco después del primer cuarto de hora de la segunda parte, Pedro Morales tuvo que ser sustituido por Lucas Piazon. El chileno sintió unas molestias musculares en la parte posterior de su pierna derecha tras sufrir un tirón. Un contratiempo que, a falta de confirmación le tendrá varias semanas fuera de los terrenos de juego.

"Pedro Morales sufre una lesión a nivel de isquiotibiales derechos. Pendiente de pruebas diagnósticas", fue el escueto parte médico del club en la primera aproximación a la lesión. Sin embargo, bastó ver la ostensible cojera del centrocampista al retirarse del terreno de juego para considerar que hay varios centímetros de rotura. Se suele establecer un estándar de una semana de baja por cada centímetro. El jugador incorporado en el pasado mercado de invierno tendrá que aguardar seguramente hasta el lunes para conocer con mayor precisión su convalecencia, aunque todo hace indicar que se enfrenta a una lesión de grado II o III en una zona que además suele dar quebraderos de cabeza.

Las lesiones siempre son inoportunas, si bien en su caso llega cuando estaba viviendo un momento muy dulce. Si en Vallecas acabó como el hombre determinante del choque tras dar dos asistencias de gol y marcar el tercero, ante la Real Sociedad dio continuidad a su idilio al borde del descanso, cuando enganchó una buena volea que, con la ayuda de su paisano Bravo, acabó en el fondo de las mallas. Su segundo tanto la segunda vez que Pellegrini le concedía la alternativa de la titularidad.

Aparte del gol, el centrocampista chileno se estaba convirtiendo en uno de los pocos futbolistas incisivos en el equipo blanquiazul. Asociándose casi siempre al primer toque con sus compañeros, dando buenos centros (puso uno de falta en la cabeza de Weligton que de manera incomprensible mandó fuera el brasileño) y buscando las aperturas en banda. Se había convertido en un soplo de aire fresco para el equipo.