El presidente de la Diputación, Salvador Pendón, indicó este martes que si el Málaga CF se vende a inversores árabes o a cualquier otro, se tendría que revisar el contrato de cesión de La Rosaleda, precisando que "estamos en la obligación de hacerlo". El ente supramunicipal cuenta con un 33 por ciento del estadio.

Pendón explicó que como institución pública ceden los derechos de explotación de un equipamiento público a una sociedad, y si ésta cambia de dueño, se ven "obligados a revisar las cláusulas del convenio de cesión". No obstante, especificó que eso no implica que se vayan a "endurecer más esas cláusulas, establecer un canon mayor o cambiar las condiciones en las que la cesión se venía produciendo hasta ahora".

Pendón indicó que están "obligados" a revisar el acuerdo de cesión por "imperativo legal". Además, expuso que las instituciones públicas propietarias del campo justificaron dejar a coste "prácticamente cero para el Málaga" el uso de La Rosaleda, en base a que el importe del canon de cada una de las entidades se destinaría a fortalecer la cantera.

En este sentido, Pendón declaró que tiene que garantizarse que los nuevos propietarios, "siguen con ese criterio", ya que, de lo contrario, tendrían que cambiar también "la justificación de por qué La Rosaleda se está utilizando de la manera que se está haciendo hasta ahora".

"En ningún momento ha habido actitud obstruccionista por parte ni de la Diputación y me consta que tampoco de las otras administraciones", aseguró Pendón, quien añadió que "simplemente es la obligación que tenemos como institución pública de ejercer nuestras competencias y de garantizar que los equipamientos públicos sirven para facilitar beneficios a la sociedad".

Venta

El presidente de la Diputación señaló, en relación con la posible venta del Málaga al jeque Abdullah Bin Nasser Al-Thani, que "está por ver", pero añadió que "no se puede de antemano anunciar o adelantar cuál va a ser el devenir del club en razón de quienes son sus propietarios".

"Habrá que ver qué política deportiva, económica, empresarial y social tienen los que vayan a ser los nuevos propietarios para finalmente determinar la posición que se pueda tener desde una institución pública en este caso", manifestó. Además, indicó que Diputación, como propietaria del estadio, "no debe entrar a valorar quiénes son los propietarios del club", a lo que matizó que lo que sí desea es que los que vayan a serlo "sepan darle la dignidad que merece un equipo representativo de una ciudad y de una provincia como Málaga".

Preguntado por si preferiría que los propietarios fueran malagueños o españoles, indicó que "estamos en un mundo globalizado" y, por tanto, la nacionalidad de los propietarios de una empresa es algo absolutamente menor". "Una vez que se decide entrar en el mundo de la empresa, qué más da de dónde sean los capitales porque el capital aunque sea extranjero tributa aquí", apostilló.

Por otro lado, cuestionado acerca de si personalmente le gusta la idea, indicó que "me gustaba más el fútbol cuando se mantenía en base a la masa social que la conformaba, y tenía menos matices empresariales la gestión de un equipo de fútbol y más de romanticismo y de deporte".

"Lo que es cierto es que para que un equipo de fútbol sea competitivo con otros equipos tiene que tener un política deportiva y empresarial al igual que la tienen el resto de clubes", apostilló y añadió que "no se puede ser competitivo con equipos que funcionan con criterios empresariales poniendo sobre la mesa criterios puramente románticos", sentenció.