El Real Madrid visitará hoy el campo del Tottenham con la idea de pasar una noche sin sustos que le permita clasificarse para su primera semifinal de la Liga de Campeones de fútbol desde 2003.

El equipo blanco tiene sobradas razones para sentir que ya está en semifinales. Primero, porque ganó por 4-0 en la ida de los cuartos de final. Y, segundo, porque estadísticamente es el mejor equipo del torneo tras mantenerse invicto en la temporada europea. Pero tras seis campañas seguidas cayendo en octavos de final, nadie quiere confiarse.

El Real Madrid demostró la pasada semana cuánto ansía ganar su décima Liga de Campeones, por más que el Tottenham le ayudara mucho concediendo un gol a los tres minutos y quedándose con diez hombre en el minuto 15.

José Mourinho, técnico del equipo español, avisó a los suyos del extraordinario ambiente que se vive en Londres en el campo de White Hart Lane. Por eso, exigió a sus jugadores la máxima concentración. No es fácil mentalizar a unos futbolistas que afrontan el encuentro con una renta amplísima y con cuatro partidos ante el Barcelona en el horizonte, incluyendo una hipotética semifinal en el caso de que ambos equipos completen su parte del trato. Por eso, se podría decir que el mayor enemigo del Real Madrid es él mismo.

El conjunto español afronta el duelo con las ausencias de Pepe por sanción y Lass Diarra por problemas en la espalda. Es difícil adivinar qué equipo alineará Mourinho, visto que el sábado juega ante el Barcelona en la Liga y que el siguiente miércoles repetirá rival en la Copa del Rey.

Parece un encuentro propicio para ver a futbolistas como Kaká, Garay, Arbeloa, Granero, Higuaín o incluso Karim Benzema, quien regresó a una convocatoria tras superar una lesión muscular.

El Tottenham afronta el duelo con la idea de ofrecer el mejor espectáculo posible a una hinchada que vibró con su equipo en Europa. Aunque siempre le queda apelar a aquello de que "en fútbol todo es posible", la realidad es que durante los últimos días sus protagonistas se refirieron a la Liga de Campeones como algo pasado. "Ha sido una experiencia muy bonita. Fue grandioso estar entre los ocho mejores de Europa", dijo Harry Redknapp, su entrenador, ante de reiterar que "nunca se sabe".

El técnico inglés contará con la ausencia de Crouch, expulsado en la ida, mientras recupera a Aaron Lennon, quien hace una semana se cayó del equipo a última hora por fiebre.

También será una cita interesante para el galés Bale, una de las revelaciones de la temporada y a quien la prensa española sitúa en equipos como el Real Madrid o el Barcelona para la próxima temporada.

White Hart Lane se llenará para presenciar un duelo aparentemente desigual, en el que el Real Madrid tiene dos grandes motivaciones: seguir enviando mensajes de autoridad hacia sus rivales europeos y jugar su primera semifinal europea desde 2003.