Novak Djokovic puso más empeño que nunca para vencer a Rafael Nadal por 6-3 y 6-4, y ganar por cuarta vez el torneo de Pekín, donde se mantiene invicto en 20 partidos en la capital de China. Soberbio con el servicio al no ceder una sola bola de rotura, y con el que cerró el encuentro con su quinto saque directo, y contumaz y efectivo con la derecha, la lucha entre el que hoy dejará de ser número uno del mundo y el que le arrebata el reinado se decantó a favor de Djokovic para imponerse en una hora y 26 minutos.

Con esta victoria, Djokovic corta en seco la racha de tres derrotas consecutivas que Nadal le ha infligido este año, en las semifinales de Roland Garros, en la misma ronda del Masters 1.000 de Montreal y en la final del US Open. Sobre la pista central, que llenaron 15.000 espectadores, no sólo estaba en juego el título, sino también aspectos psicológicos. El serbio quiso probar que a pesar del relevo en el trono de la ATP su lucha con Nadal continuará hasta el final de la temporada por acabarla como número uno del mundo, y por tanto tendrá más de un episodio como el vivido ayer en China. Así lo había adelantado la víspera con una frase que recalcó varias veces con tono amenazador: "La temporada no ha acabado aún", dijo.

Para Nadal, vencer a Djokovic en Pekín, donde nadie ha sido capaz de hacerlo en cuatro años, también era importante. Hubiera probado así que no sólo es el nuevo rey, sino que también él podía devolverle la moneda al serbio, capaz de derrotarlo siete veces seguidas entre 2011 y 2012, amén de que al Masters 1.000 de Shanghai acudiría con más moral que nunca para intentar ganar un torneo que todavía falta en su palmarés.

Pero a Nadal le falló ayer su derecha, estuvo algo lento al principio y cometió más errores de lo normal. No pudo nunca romper el servicio de Nole, ni siquiera optar a hacerlo, y por contra entregó el suyo dos veces, siempre al inicio de cada manga. Djokovic lo tumbó además en puntos ganados: 62 por 44. Pancartas de I love Nadal y banderas españolas por doquier llenaron la pista.

Con este triunfo, Djokovic coge aire y se presenta en Shanghai con renovadas energías para defender el título que logró en 2012 frente a Murray. Open de Australia, Dubai y Montecarlo se unen al título logrado ayer por el balcánico, que con su victoria impidió que Nadal iguale los 11 que obtuvo en 2005, su récord actualmente.

Djokovic cortó en seco además la racha de victorias del español en pista dura (26) y la de triunfos (22), después de su derrota en la primera ronda de Wimbledon. Sus duelos permanecen todavía con ventaja para el balear: 22-16.