Alto y claro
José Antonio Carrizosa
¿Merece la pena?
El Málaga afronta mañana su segundo duelo de la temporada en La Rosaleda, el primero de verdad si metemos en una categoría aparte los partidos ante Barcelona y Real Madrid. Durante las últimas cinco temporadas, las que se llevan disputadas de manera consecutiva en Primera tras el ascenso, el plantel malaguista ha basado el cumplimiento de sus respectivos objetivos en los puntos cosechados en Martiricos. Los 42 cosechados en la 11-12 bajo el mando de Manuel Pellegrini, con sólo tres derrotas concedidas, marcaron un récord en la entidad, que ha estado por encima de los 30 puntos en tres de los últimos cinco cursos disputados. Es en casa donde se cimenta la tranquilidad para conseguir lo propuesto. Desde la permanencia, hasta la clasificación para la Champions y la Europa League.
De momento, el balance con Schuster es 0 de 3, aunque el partido que realmente medirá al equipo ante sus seguidores será el de mañana ante el Rayo Vallecano. Los de Paco Jémez ya consiguieron llevarse los tres puntos la pasada campaña, convirtiéndose en uno de los cuatro equipos que arrancaron una victoria del feudo malaguista.
Con el técnico chileno en el banquillo, sólo diez equipos han conseguido ganar en Martiricos. Sin ánimo de comparar, la idea en común para ambos proyectos es la importancia de los puntos que se disputan en casa. Muñiz basó la permanencia más ajustada que se recuerda en los 23 puntos obtenidos en el estadio malaguista (cinco victorias, ocho empates y seis derrotas), la cifra más baja desde el regreso a la elite.
Los mejores números se vieron en la 11-12 (13 victorias, tres empates y tres derrotas). Además, se anotaron 35 goles, la mejor cifra hasta la fecha. Tanto, que esa campaña el Málaga fue el tercer mejor equipo de la Liga en su estadio después de Real Madrid y Barcelona. La cuarta plaza y el acceso a la previa de la Champions no fue una casualidad.
El año pasado se sumaron 35 puntos (10 victorias, cinco empates y cuatro derrotas), con 33 goles a favor y sólo 18 en contra, el mejor dato en este aspecto. Eso sí, en el curso que compartieron Pellegrini y Ferreira se acabaron maquillando unos números para olvidar (24 puntos, en siete victorias, tres empates y nueve derrotas).
La 08-09 quizá sea el espejo en el que mirarse. 31 puntos en Martiricos (sólo cuatro derrotas) para que el equipo pelease hasta el final por un puesto en Europa. Todos estos números dispares, tanto como las diversas plantillas que se han visto en estos años, tienen un denominador común. La Rosaleda es la clave para atravesar sin daños esta temporada de transición. Schuster lo tiene muy claro, no se deben regalar puntos en Martiricos.
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