Dani Moreno (Katusha), el conquistador del Fin del Mundo en Finisterre, volvió a brillar con el asalto en solitario al muro de Valdepeñas de Jaén, donde además se enfundó el jersey de líder.

Doble golpe del ciclista madrileño, superior a todos, incluso a su propio jefe de filas, Purito Rodríguez, ganador en Valdepeñas hace dos años y favorito a priori para repetir victoria. De nuevo Moreno, su gregario, se tomó la licencia para demostrar su estado de gracia. Cigarrín, hasta ahora en una escala inferior a Purito, arrancó donde lo hizo el catalán en 2011, en una rampa del 28 por ciento, inhumana, difícil de superar aun en coche. Apuesta de fuerza y decisión. Entró exhausto, "creí que no llegaba", dijo, y apenas tuvo fuerzas para levantar un brazo como celebración.

Rebelión en la Vuelta y demostración ante su jefe, amigo y vecino de habitación, que cruzó la meta cuatro segundos después. A la vez pasaba Alejandro Valverde (Movistar), sin remilgos para "quitarse el sombrero ante Dani". El irlandés Nicolas Roche (Saxo Tinkoff) casi aguantó el liderato, pero por un segundo lo perdió. Y Vicenzo Nibali (Astana), de nuevo flojo en el combate, se dejó nueve segundos en el muro.

Moreno, es líder de la Vuelta. ¿También del Katusha?. "No, lo sigue siendo Purito", insistió el de Fuenlabrada, pero vistas sus prestaciones se abre el debate. La pared jiennense la descubrió para la Vuelta un aficionado local llamado Pedro Jesús Castro. Como la carrera no podía llegar al centro del pueblo, se planteó que la subida a lo alto de la localidad podría imitar a las grandes clásicas belgas. Algo así como el Muro de Huy en la Flecha Valona, prueba que ganó precisamente este año Dani Moreno.

Un ultraligero de 59 kilos que supo rematar el trabajo de todo su equipo, que colaboró para echar abajo la fuga del día en el Alto de los Frailes, un incómodo puerto de segunda categoría a 16 kilómetros de meta que fue el aperitivo para la batalla final. En el descenso fue otro Katusha, el italiano Luca Paolini, quien se lanzó al frente del pelotón para neutralizar al noruego Boasson Hagen (Sky), quien había abierto hueco. Pero cualquier operación quedó anulada a la hora de afrontar la Calle Farjas, la que llevaba hasta meta. Por delante, sólo un kilómetro infernal. Moreno volvió a aparecer, como aquella tarde en Huy. Un final de poder. Y pudo. Vaya que si pudo. Más que nadie.

Atacó como en la Flecha Valona y causó estragos. Su dorsal ya está entre los favoritos, aunque el protagonista del día no se quita la piel de cordero por respeto a los galones del equipo se hace el sueco. "Esto no cambia nada, no soy el líder del equipo y son tres semanas. Los rivales son más fondistas que yo". Quedan muchos muros y finales en alto. Y a Dani Moreno se le espera.