El chino Sun Yang, de 19 años, brilló este domingo en el Mundial de natación de Shanghai y se convirtió en el nuevo campeón de 1.500, con récord planetario incluido (14:34.14), derribando la vieja plusmarca del australiano Grant Hackett, vigente desde hace una década.

El nadador chino superó al canadiense Ryan Cochrane, segundo con un tiempo de 14 minutos 44 segundos y 46 centésimas, mientras que el húngaro Kis Gergo terminó tercero (14:45.65).

Sun superó así la marca del australiano Grant Hackett (14:34.56), lograda el 29 de julio de 2001 en Fukuoka (Japón), y que era el único récord mundial individual, junto al de los 1.500 metros libres femeninos, que no fue batido cuando todavía estaban permitidos los superbañadores de poliuretano.

A pesar de que Hackett, un prodigio de la natación, había puesto la barrera muy alta, Sun Yang, que esta semana ya ganó en 800 m libres y se llevó la plata en 400 m libres, demostró su valía y se llevó el récord. Desde su bronce en Roma 2009, Sun se estaba preparando para batir este récord y contó este domingo con el apoyo entusiasta del público local.

A pesar de un retraso de dos segundos con respecto a Hackett tras los primeros 1.400 metros, el joven chino hizo un esfuerzo en los últimos 100 metros y inscribió su nombre en la historia. Sun consiguió además para su país la quinta medalla de oro en natación de velocidad de este Mundial.

"No estaba obsesionado por el récord del mundo antes de la final, porque mi objetivo era conseguir el oro", declaró el héroe del día. "Tengo que dar las gracias a todo el equipo chino, a mi entrenador, a mis padres... Creo que el récord pertenece a todos", comentó.

El gigante Sun Yang (1,98 metros, 81 kilogramos) había deslumbrado ya el pasado ante en los Juegos Asiáticos de Cantón, donde había conseguido cuatro metales, dos de oro, en 1.500 y relevos 4x200 libres, y dos de plata, en 200 y 400 metros libres.

Su país quedó finalmente en segunda posición en el medallero de carreras en piscina, con un total de catorce preseas, cinco de oro, dos de plata y siete de bronce, sólo superado por Estados Unidos (29 medallas, 16 de ellas de oro) y por delante de Brasil (3º, 3 medallas, todas ellas de oro).

La victoria de Sun Yang fue especialmente celebrada por la grada del Centro Deportivo Oriental de Shanghai, que consideró al nadador de Hangzhou como su nuevo ídolo, a apenas un año para los Juegos Olímpicos de Londres-2012.