¿Se le acaba el tiempo a Rafael Nadal para conseguir otro grand slam y continuar en la pelea por ser el más exitoso de la historia? A sus 30 años, el español cayó en los octavos de final del US Open y cerró su segunda temporada consecutiva sin levantar uno de los cuatro grandes torneos del circuito.

"Ni Borg ganó toda la vida, ni McEnroe, ni Federer va a ganar toda la vida. Ni siquiera Djokovic, que ahora parece invencible lo va a hacer", dijo el balear en la sala de prensa de Flushing Meadows después de caer ante el francés Lucas Pouille. "Creo que me quedan un par años buenos por delante para seguir peleando por cosas que realmente me motivan. Y estoy convencido de que lo voy a hacer", agregó el ex número uno de mundo y campeón de 14 grand slam.

Nadal no consigue un grande desde Roland Garros 2014, cuando venció a Djokovic en la final. Desde entonces se perdió por lesión el US Open 2014, Roland Garros 2016 y Wimbledon 2016, y cayó ante rivales en teoría inferiores (al menos en la clasificación) como el australiano Nick Kyrgios, el alemán Dustin Brown, el italiano Fabio Fognini o el español Fernando Verdasco.

El domingo se repitió la historia. Perdió un partido que dominaba por 2-4 en el set frente a Pouille, número 25 del ranking mundial. El mallorquín no lo aprovechó y se marchó de Nueva York con la sensación de haber dejado escapar otra oportunidad para pelear por cosas importantes. "Aquí me sentía preparado para dar más de lo que he dado", se lamentó Nadal. "Me molesta más irme de los torneos cuando siento que no estoy mal. Me sentía bien; creo que he perdido una oportunidad de alcanzar las rondas finales".

Nadal regresó a la competición en los Juegos de Río tras dos meses y medio de parón por una lesión en la muñeca izquierda. En la cita olímpica ganó el oro en dobles y perdió en semifinales antes de caer también en el duelo por el bronce. Cuando parecía que había retomado el nivel, con un buen comienzo en el US Open, llegó otra dolorosa derrota. "Sé que estoy preparado para estar arriba y pelear por los torneos importantes", aseguró no obstante Nadal. "Este año estaba preparado para hacer cosas grandes, aunque luego ocurren cosas que uno no controla", añadió.

El reto de Nadal es mayúsculo. Federer tiene en su palmarés 17 torneos del Grand Slam y justo a continuación vienen el estadounidense Pete Sampras y el propio español, con 14. Djokovic ya está a la vuelta de la esquina, con 12 títulos, que podrían ser 13 si se corona en Nueva York. Así, Nadal necesita reajustar su juego para poder optar a nuevas coronas, sabiendo que el tiempo juega en su contra. De sus últimos cinco títulos, sólo uno es un Masters 1.000: "No sé los años que me quedan. No se puede predecir el futuro. No veo aún el momento exacto en el que dejar de hacer lo que me gusta".